Después de que Gabriel Anmuth, coordinador judío de la Confraternidad dio las palabras de bienvenida y luego explicó algo de la simbología del lugar; y Laura Vecchi, la coordinadora católica, explicó qué es la Confraternidad Judeo-Cristiana y algunas de sus actividades; Estela Andersen, la coordinadora evangélica protestante, guió el gesto que nos acompaña en todas las actividades del Mes de la Biblia este año.
Cada una de las personas se presentó al mismo tiempo que encendía las velas.
Luego se presentaron los diferentes números musicales en dos bloques: uno litúrgico (que exigió una explicación) y otro más popular
David Líberman fue quien dio inicio al encuentro.
Entre la oscuridad y lo oculto,
en nuestro mundo amargo,
dicen que no es todavía una esperanza,
se llama amor,
y estamos a la espera de su llegada.
Entre el pasado y el futuro,
entre el tesoro y el fondo,
dicen que no es todavía una esperanza,
se llama amor,
y estamos en la espera de su llegada.
Entre la confusión y el desastre,
sepa que no es una solución,
se llama amor.
Entre lo falso y lo real,
entre todo lo que está vivo y muerto,
hay amor.
Estoy lleno de amor,
y va a despertar y saber,
estoy lleno de amor,
y triunfara.
Entre la cordura y el sueño,
entre la infancia y la vejez,
dicen que no es todavía una esperanza,
se llama amor,
y estamos a la espera de su llegada.
Ésta es una de ellas, que se llama: Melej malajei hamelajim, Rey de reyes,
y dice así:
Perdóname Padre, porque he pecado contra Ti,
disculpame por todas mis transgresiones,
aún en los días que te olvidé.
Siempre estuviste en mi vida,
en todos los caminos que anduve,
fuiste lámpara para mis pies.
Yo estaba ciego, no podía ver más allá,
porque miraste en mis ojos.
Rey de reyes, gracias por la vida,
la holgura, el llanto y la risa,
aún cuando la situación es difícil, Elihim,
Tú nunca estás lejos,
aunque ande en caminos oscuros.
Yo confío en Ti, Elohím mío,
en segundo lugar, por el niño y la niña,
gracias también por la felicidad infinita,
gracias por las fiestas,
por guardar el Shabbat,
eso nunca se terminará.
Cada día que pasa en mi camino al jardín del Edén
te tengo presente, ante mis ojos.
Rey de reyes, gracias por la vida,
la holgura, el llanto y la risa
aun cuando la situación es difícil, Adonay,
Tú nunca estás lejos.
esta vez, la cristiana, de la mano de René Brignone y su laúd.
Entre otros temas, René interpretó "Jesucristo, alegría de los hombres".
una letanía: "Óyenos, Señor", el "Padrenuestro"
y un Kirie en guaraní "Oré poriajú", "Señor, ten piedad".
Esta canción resultó la ganadora, en el Festival de la Canción de Eurovisión en 1979, Fue presentada por Israel, y seguramente muchos/as cuando la escuchen, la van a recordar.
Dice así:
Aleluya, para el mundo,
Aleluya cantarán todos.
Con una simple palabra el corazón
se llena de alegría
y se sorprende él también:
¡qué mundo maravilloso!
Aleluya, con la canción,
Aleluya, para el día que ilumina,
Aleluya, por lo que sucedió
y también por lo que todavía no sucedió
Aleluya.
El coro "Or Hashalom", "Luz de Paz" interpretó también un par de canciones
Entre ellas, "Shalom", "Paz".
El Coral Ekumene estuvo a cargo del cierre, y lo hizo con tres canciones: "La mano de Dios", un himno tradicional de Jamaica, "Sólo el amor", de Silvio Rodríguez,
Muchas gracias a la Comunidad Judía por animarse a abrir sus puertas al público de Bahía Blanca, por recibirnos con tanto amor, y a quienes aceptaron acompañarnos en esta propuesta.
Los y las esperamos a nuestra última actividad del Mes de la Biblia, el miércoles 28 de Septiembre, en el salón de la Catedral, en Sarmiento 72, a las 20 hs., a la Mesa de Diálogo Judeo-Cristiano.
Estela Andersen
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