martes, 27 de septiembre de 2016

"El rostro femenino de Dios" Encuentro de Mujeres Sureñas

El fin de semana del 24 y 25 de Septiembre se realizó el Encuentro de Mujeres Sureñas en Bahía Blanca, en Castelar 2257, bajo el lema "El rostro femenino de Dios".
Nuestra tallerista invitada: Annedore Held, pastora de la Iglesia Reformada de Tres Arroyos y Claromecó.
Las chicas fueron llegando de a poco, primero las de lejos, de Tres Arroyos, y luego las locales, como para seguir la tradición.
Una vez que estuvieron todas, nos trasladamos al templo en donde Estela Andersen, la pastora local, hizo una introducción sobre el tema, presentando la diferencia de imagen y rostro. Luego hablamos acerca de por qué generalmente nos hacemos una imagen masculina de Dios, y una breve introducción a la construcción de la sociedad patriarcal y capitalista de la que formamos parte.
Mientras que esperábamos que la comida estuviera lista, aprovechamos a tomar un solsito agradable.
Luego disfrutamos de un riquísimo almuerzo preparado por dos varones de la comunidad local.
Patricia trajo unos bombones para acompañar el café después de la comida.
Y así tuvimos el taller de Biblia sobre la temática.
Annedore nos invitó a leer detenidamente varios textos bíblicos descubriendo así lo que dice el texto original y de que manera, las traducciones son muy distintas y de alguna manera tendenciosas.
Pudimos ver también como hay imágenes o rostros de Dios masculinas y femeninas, sólo que éstas últimas no han sido muy difundidas.
Linda trajo una imagen elaborada por ella, como era la consigna, de un Dios de amor, masculino y femenino al mismo tiempo, y por encima del género.
Sandra trajo una imagen de Dios protector sin género, ni masculino ni femenino.
Una vez cerrado el tema de la tarde nos esperaba una deliciosa merienda que compartimos con ganas.
Esa noche teníamos prevista una actividad cultural: un Encuentro de Música Judía y Cristiana en la sinagoga de la ciudad, en España 42, organizada por la Confraternidad Judeo Cristiana de Bahía Blanca, por el Mes de la Biblia, bajo el lema "Justicia y Paz se besan".
El primer bloque musical fue litúrgica.
René Brignone nos deleitó con su laúd, el mismo instrumento que tocaba Lutero.
También hubo música coral, tanto de la Comunidad Judía
como la Cristiana, a través de Coral Ekumene.
Éste es un pequeño resumen de la noche.
En la mañana del domingo tuvimos el culto de cierre del encuentro.
Comenzamos con el altar vacío.
Mientras pasaba un video sobre las manos de las mujeres que transforman las vidas
fueron entrando algunas mujeres con velas
una rosa de cera,
flores,
otra vela y la Biblia,
y las colocaron sobre el altar,
que quedó de esta manera.
El culto fue llevado adelante por las mujeres del encuentro, inspirado en un material tomado de la red de liturgia del CLAI.
Lidia y Linda leyeron en forma antifonal el siguiente texto de Virginia Mínico:
- Padre de amor, Madre dadora de vida: te alabamos con todas nuestras voces, con todo nuestro cuerpo, con toda nuestra alma, pues nos invitaste a vivir contigo. 
-Te alabamos porque eres grande en amor y bondad, porque creemos que como hijas tuyas, podemos llevar siempre tu Palabra a otras/os que te necesitan; abrazar, curar, abrigar, alimentar a quienes están ´desposeídas/os, tristes o hambrientos. 
- Dios Padre/Madre, damos gracias por tu creación, y aclamamos a los cuatro vientos que Tú eres la Vida. 
- Te alabamos porque nos has puesto como testigos de la historia; y nos diste la fuerza, a través de tu Espíritu de salir victoriosas en medio de injusticia, dolores, opresiones. 
- ¡Alabemos a Dios, cantemos a su nombre! ¡Aleluya! Amén. 
Luego Lidia trajo agua mientras Linda leía estos textos de la Biblia:
“Moisés hizo partir a Israel del Mar Rojo. Salieron al desierto de Shur y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Llegaron a Mara, pero no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
El pueblo se puso a murmurar contra Moisés, diciendo: «¿Qué hemos de beber?» Entonces Moisés clamó al Señor, y mi Señor le mostró un árbol; lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron.
Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó. Les dijo: «Si escuchas atentamente la voz del Señor, tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy el Señor, tu sanador.»
Después llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.” Éxodo 15: 22 – 27
Lidia tomó algo de agua diciendo de qué tenía sed, y otras personas de la comunidad
pasaron a compartir su sed.
Luego, Linda entró con pan, mientras Lidia leía el siguiente texto bíblico:
“Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto. En el desierto, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón. Los hijos de Israel les decían:
—Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos ante las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos, pues nos han sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
El Señor dijo a Moisés:
—Mira, yo les haré llover pan del cielo…
…Cuando el rocío cesó de descender, apareció sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como escarcha sobre la tierra. Al verlo, los hijos de Israel se dijeron unos a otros: «¿Qué es esto?», porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo:
—Es el pan que el Señor les da para comer…
… La casa de Israel lo llamó «maná»; era como una semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.” Éxodo 16: 1 - 4ª, 14, 15 y 31
Luego Linda compartió de qué tenía hambre,
e invito a la comunidad a compartir su hambre.
Varias personas pasaron a compartir.
Patricia leyó una poesía de Laura Ulloa inspirada en el Salmo 12:
¿Hasta cuándo, oh Dios, seguirán pisoteándome?
¿Hasta cuándo descubrirán en mi rostro tu rostro?
¿Hasta cuándo he de estar oprimida,
Y mi voz, sin ser escuchada, todo el dia?
¿Hasta cuándo va a triunfar el machismo?

Que me atiendan y respondan
Y se iluminen sus ojos,
Para que puedan ver en mi imagen tu imagen;
Para que no diga la sociedad patriarcal:
"la he violado" 
ni saboteen los machos el éxito de mi trabajo.

Porque tú confías en mi capacidad:
Yo alegro tu corazón con mi esperanza,
Y cantaré a mi Dios porque muy bien me ha hecho.
La pastora local, Estela Andersen, predicó sobre el texto de Lucas 15:1-4.8-10, cobre la mujer que busca su moneda perdida, y que al encontrarla comparte cu alegría con las vecinas y amigas. Compartimos algunas características propias de la mujer, y focalizamos el del compartir alegrías y tristezas como una forma de autoayuda.
Luego confesamos nuestra fe a través del Credo de la Mujer:
Creo en Dios,
que creó a la mujer y al hombre a su imagen, que creó el mundo y le dio a ambos sexos el cuidado de la tierra.
Creo en Jesús,
hijo de Dios, elegido de Dios, nacido de una mujer, María que escuchó a las mujeres y las quiso; que posó en sus hogares, que discutió con ellas sobre el Reino, que fue seguido y financiado por mujeres discípulas.
Creo en Jesús,
que discutió teología con una mujer en el pozo y le reveló su mesianismo que la motivó a ir a la ciudad a contar las buenas nuevas.
Creo en Jesús,
que fue ungido por una mujer en la casa de Simón, que reprobó a los huéspedes hombres que se burlaban de ella.
Creo en Jesús,
que dijo que esta mujer será recordada por lo que hizo; su ministerio para con Jesús.
Creo en Jesús,
que sanó a una mujer en sábado y la enderezó porque era un ser humano.
Creo en Jesús,
que comparó a Dios con una mujer que buscaba la moneda perdida, con una mujer que barría buscando lo que se había extraviado.
Creo en Jesús,
que vio el embarazo y el nacimiento no como castigo, sino con reverencia desprendimiento doloroso una metáfora para transformación "Nacer de nuevo" cambiar angustia con gozo.
Creo en Jesús,
que se comparó a una gallina que junta sus polluelos debajo de sus alas.
Creo en Jesús,
que se apareció primero a María Magdalena y la envió con el explosivo mensaje VAYAN Y DIGAN...
Creo en el Salvador,
que integra a todos y todas, para quien no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos somos uno en la salvación
Creo en el Espíritu Santo,
que se mueve sobre las aguas de la creación y sobre la tierra.
Creo en el Santo Espíritu,
la mente de Dios mente de mujer que como una gallina empolló nos dio a luz y nos cubre con sus alas. Amén.
Mientras meditamos sobre el mensaje compartimos este video
En el momento de los anuncios, agradecimos a la pastora Annedore y le dimos algunos obsequios, así también a todas las mujeres que participaron del encuentro.
Juan, una persona de la comunidad, obsequió un librito con mensajes de Esperanza a cada una de las mujeres.
Mientras cantamos Lidia levantó la ofrenda destinada a Sociedades Bíblicas y al Trabajo con Mujeres en la IERP.
Dos mujeres de Tres Arroyos trajeron los elementos de la Santa Cena, mientras la pastora Estela leía estos textos bíblicos:
“Jesús le contestó:
—Cualquiera que beba de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna…(Juan 4: 13 y 14)
…Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
—Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva… (Juan 7: 37b y 38)
… Yo soy el pan de vida. Sus padres comieron el maná en el desierto, y aun así murieron. Éste es el pan que desciende del cielo para que no muera quien coma de él. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo… (Juan 6: 48 al 51)
…El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10)
Y luego, también, una poesía de Gioconda Belli:
Hoy me siento como un árbol
que se supiera mujer;
Ya no quebradiza rama
sino rotunda intuición,
y la sólida certeza
de saber dónde es que estoy.

Las raíces de mi cuerpo
ha bendecido el amor.
He florecido en la espuma
regada por la pasión,
por el semen generoso de la vida
y el dolor.

Aprendí que las derrotas
cicatrizan como heridas
y que se vuelve a la lucha
si se retoman las bridas.

Hoy me siento como un árbol
que se supiera mujer.
Alta, fuerte, bien vivida,
y en plena madurez.
La pastora Annedore ofició la liturgia de la Santa Cena.
Finalmente toda comunidad leyó este Padrenuestro de Laura Figueroa Granados:
 Padre/Madre de todas nosotras y nosotros, que estás en el cielo y te nos acercas, en los ojos, el abrazo, la caricia de cada hermana-compañera, de cada hermano-compañero; 
Santificado sea tu nombre capaz de llamar a transformación la más terrible realidad. 
Venga a nosotras y nosotros tu reino de: 
-Justicia. 
-Unidad. 
-Belleza 
-Igualdad. 
-Libertad. 
-Esperanza. 
-Oportunidad para todas y todos. 
Que se haga tu voluntad en la tierra; en esta tierra nuestra que gime esperando tu redención a través de nosotras, a fin de que caminemos hacia el cielo con la convicción de que nuestra utopía es posible desde aquí y desde ahora; danos nuestro pan cotidiano, sí, ese que sacia el cuerpo y da fuerza para seguir. Y el otro, que anima la esperanza y da sentido a continuar de pie. 
Enséñanos a perdonar a quienes nos deben y a afirmarnos en la realidad de tu perdón. No nos dejes caer en la tentación de darnos por vencidas frente a los obstáculos, de desconocer el esfuerzo de otras y otros, de pretender caminar solas un camino que es de muchas..., de perderte de vista. Líbranos del mal cual fuere su rostro. 
Te reconocemos como dueño y propietario del reino, de todo el poder en amor y de toda la gloria de vida y nos reconocemos como digna imagen y semejanza tuya al lado de todos los seres humanos. Amén.
Al finalizar el culto compartimos un almuerzo comunitario.
Aquí están Walter y Juan, nuestros cocineros. Les agradecemos por su trabajo y su alegría.
Éste es el grupo de mujeres que participaron del Encuentro de Mujeres Sureñas.
El año que viene lo realizaremos en Tres Arroyos, el fin de semana del 30 de Septiembre y 1° de Octubre.
¡Muchas gracias a todas las que se dieron el tiempo para compartir y disfrutar de este encuentro enriquecedor! ¡Que Dios las bendiga!

Estela Andersen

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