En la mañana del 18 de Julio, como cada año, en la plaza Rivadavia de Bahía Blanca, recordamos el atentado a la AMIA pidiendo el esclarecimiento de ese hecho aberrante, pidiendo justicia, y llamando a la paz.
Pero este año fue especial... ya son 20 años los que han pasado... y es mucho tiempo.
Al comenzar el acto se descubrió una placa con los nombres de las 85 víctimas.
La primera oradora fue la Pastora Estela Andersen, en nombre de la Confraternidad Judeo-Cristiana, con el siguiente mensaje:
"Desde la Confraternidad Judeo-Cristiana de Bahía Blanca quiero comenzar
nuestro mensaje con el primer párrafo de las palabras que el rabino Daniel
Levín, vicepresidente de la confraternidad Judeo Cristiana de Buenos Aires preparó a propósito de este nuevo aniversario:
“Veinte años
mirando a los costados, hacia arriba, hacia abajo,
Con miradas perdidas, distraídas, indiferentes
Con palabras cruzadas, avances y retrocesos
Con silencios profundos y eternos...”
Si, ya 20 años de ese día fatal, del dolor, de la
incertidumbre, del sin sentido…
Porque no tiene sentido la muerte, porque no tiene
sentido la violencia, porque un vacío nos inunda cada vez que pensamos en el
día del atentado a la AMIA.
20 años sin respuesta, 20 años que retrasan y
distorsionan las respuestas de las preguntas que nos hacemos todos, porque este
hecho no afectó a un grupo determinado, nos afectó y nos afecta como sociedad,
como país, como humanidad.
Dice la canción de César Isella, “Levántate y anda”,
que el dolor nos iguala, y eso es verdad, pero también la lucha por la Vida nos
iguala. Esa vida que tiene un mismo origen, en donde la sangre es roja siempre,
no importa el color de la piel, el credo o las costumbres.
El dolor nos hermana, pero también nos fortalece,
nos invita a luchar por la Vida, por la Justicia, por la Paz. Nos hace tomar
conciencia de ser parte de la Humanidad, de la gran familia que tiene como
origen a Adán y Eva. Creados a imagen y semejanza de Dios, diferentes a los
demás seres creados, y por eso mismo, con una responsabilidad especial, la de
administrar y cuidar esta tierra. Este mundo en donde debemos velar por una
vida en la armonía y en la sintonía de una creación diseñada por Dios en el
equilibrio. Y es ahí en donde entra la idea de Paz.
Dios nos crea a su imagen y semejanza para que
procuremos defender la Vida, vivamos en armonía y respeto mutuo, y busquemos la
Paz en la conciencia de que sólo es posible en la Justicia, la Igualdad y la
Inclusión.
Hoy, a 20 años del atentado de la AMIA, como Confraternidad
Judeo Cristiana de Bahía Blanca hacemos un llamado a la Justicia, a la Paz y
sobre todo a la defensa de la Vida."
Entre las personas destacadas habló Horacio Dobry, presidente de la DAIA
y Carlos Nudelman, presidente de la Asociación Israelita de Bahía Blanca.
Desde las autoridades municipales también hubo un mensaje que destacó la gravedad de lo ocurrido hace 20 años atrás ya que se trató de un atentado terrorista en nuestro país, algo que no habíamos experimentado antes y que como nación no debemos permitir, siendo también responsabilidad de quienes gobiernan velar porque se haga justicia.
El momento más emotivo fue cuando una señora del grupo de abuelas de la Comunidad Judía leyó una reflexión sobre lo que significaron todas esas muertes. También jóvenes de la comunidad expresaron sus impresiones.
El acto se cerró con una canción interpretada por Seri, del Grupo Ecuménico de Bahía Blanca, de César Isella, "Levántate y anda":
Si algún
golpe de suerte a contrapelo,
a contra
sol a contra luz, a contra vida,
Te torna
pájaro, que quiebra el vuelo
y te
revuelca con el ala herida.
Si hay
tanto viento para andar las ramas,
tanto
celeste para echarse encima,
si pese
a todo vuelve la mañana
y está
el amor que su milagro arrima.
Porqué
caerse y entregar las alas,
Porqué
rendirse y manotear las ruinas
si es el
dolor al fin quien nos iguala,
y la
esperanza quien nos ilumina.
Y si
algún golpe de suerte a contrapelo
a contra
sol a contra luz, a contra vida.
Abrí los
ojos y tragate el cielo,
sentite
fuerte y empuja hacia arriba.
Porqué
caerse y entregar las alas...
y la esperanza quien nos
ilumina
Cada año son más las personas que se acercan a la plaza a pesar del frío y de la hora, eso no deja de ser una señal de que la sociedad desea Justicia y Paz.
Estela Andersen