Los días 19 y 20 de Septiembre recibimos en Bahía Blanca, la visita del pastor de la IERP y Dr. en Teología Jerónimo Granados, quien ya desde sus tiempos de estudiante ha participado del diálogo judeo-cristiano, llegando incluso a ser parte de la Confraternidad Argentina Judeo-Cristiana y el Diálogo a nivel internacional. Esta experiencia fue una de las razones por las cuales la Oficina Municipal de Culto de Bahía Blanca lo invitó a esta ciudad por el Mes de la Biblia y para dar una Charla-Lanzamiento del Diálogo Intercultural e Interreligioso. La Confraternidad Judeo-Cristiana de esta ciudad fue parte de la organización y por ello también logró un espacio más íntimo con Jerónimo.
El lunes 19, a las 20.30 hs., nos juntamos en el SUM de la Escuela Hebrea, en Lavalle 54.Mientras compartimos una cena a la canasta pudimos conversar acerca de nuestro trabajo como Confraternidad y compartir nuestras preocupaciones y sueños.
A la vez, Jerónimo compartió su experiencia y nos transmitió algunas pautas para el diálogo y en que cosas debemos tener cuidado para que este trabajo pueda no sólo seguir en el tiempo, sino crecer.
El martes 20, a las 20 hs., en el salón parroquial de Santa Teresita, en Thompson 560, se hizo la Charla-Lanzamiento del Diálogo Intercultural e Interreligioso organizada por la Oficina Municipal de Culto.Gustavo Mendé, el coordinador, dio la bienvenida y marcó el encuadre de la charla.
El padre Roberto Buckle, el anfitrión que generosamente cedió el lugar, también dio la bienvenida y su apoyo a la actividad.
Luego ya Jerónimo Granados desarrolló la temática enfatizando qué es el diálogo, y algunos tip como para lograrlo con éxito.
A través de dos imágenes marcó la diferencia entre religiones que comparten un espacio, pero en donde los más numerosos están sobre los más pequeños.
Y luego esta imagen que muestra qué es el diálogo, en donde cada parte (en este caso judíos y cristianos) desea saber qué cree el/la otro/a.
Gabriel Anmuth compartió el trabajo de la Confraternidad y la importancia del diálogo como una forma de romper con los prejuicios, hermando a una sociedad.
Luego hubo un espacio de diálogo, preguntas y observaciones.
Realmente fue una muy linda actividad, que Dios quiera dé sus frutos.
Estela Andersen
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