Son nuestros cocineros que nos agasajaron con tantas delicias, nos atendieron y después dejaron todo limpio y reluciente.
¡Gracias, chicos! Es algo muy hermoso lo que ustedes hacen, nos sentimos muy felices y orgullosas de que hombres como ustedes acepten el desfío de invertir los roles.
Para más información: nos acompañarán en Las Grutas, allá también se batirán a duelo con las ollas, así que... ¡un gancho más!
Ah, por las dudas... ¡están casados y muy felices en sus respectivos matrimonios! ¡A no hacerse ilusiones, pícaras!
Estela
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