Éramos un grupo de no más de 30 personas de diferentes denominaciones: Iglesia Católico-Romana, Iglesia Valdense, Iglesia Metodista, Iglesia Anglicana e Iglesia Evangélica del Río de la Plata. Diferentes denominaciones pero una solo Iglesia, la de Cristo. Un mismo sentir y un mismo espíritu fue lo que reinó en aquella coche.
"Probadas son todas las palabras de Dios:
él es un escudo para cuantos a él se acogen.
No añadas nada a sus palabras,
no sea que te reprenda
y pases por mentiroso.
Dos cosas te pido,
no me las rehúses antes e mi muerte:
Aleja de mí la mentira y la palabra engañosa:
no me des pobreza ni riqueza,
déjame gustar mi bocado de pan,
no sea que llegue a hartarme y reniegue,
y diga: 'Quién es mi Señor?':
o no sea que, siendo pobre, me dé al robo,
e injurie el nombre de mi Dios."
Entre cada momento de reflexión cantamos con el acompañamiento de nuestro grupo de música ecuménico. Y finalizamos con el padrenuestro y el saludo de la paz, deseándonos mutuamente: 'Paz y alegría'.
Fue una celebración muy enriquecedora, que seguramente en no tanto tiempo volveremos a realizar.
Estela Andersen
Que belleza ver a las religiones cristianas unidas por un solo dios, el nuestro....
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