Y después, desayunaron merecidamente.
Nos esperaba una mesa llena de "armas" que muchas hemos utilizado en diferentes momentos de nuestras vidas.
Después de la pausa del almuerzo, en donde disfrutamos de una rica comida y un momento de comunión, seguimos con la segunda dinámica...
Se trataba de un juego parecido al del ahorcado, en donde teníamos que pedir vocales y así, adivinar la palabra.
¡Les sacabamos la armadura y las armas a una de nuestras compañeras, vestidas para la ocasión.
Aquí tenemos una frase célebre de la mamá de Valeria:
Para los estudios bíblicos nos dividimos de cuatro grupos. Cada grupo debía trabajar con un texto diferente, por esa razón no hubo ninguna presentación ni expliación previa.
Ya la noche se acercaba y el sol se debilitaba cuando tuvimos nuestro devocional de cierre a cargo de María Esther, quien mezcló la cultura de los pueblos originarios, en este caso, los mapuches, la de los inmigrantes, en su caso, de sudáfrica, y nuestra cultura actual, en la que estamos inmersas.
"Duro es el camino y sé que no es fácil
no sé si habrá tiempo para descansar
en esta aventura
de amor y coraje
sólo hay que cerrar los ojos y echarse a volar.
Y cuando el corazón galope fuerte, déjalo salir
no existe la razón que venza la pasión, las ganas de vivir.
Puedes creer, puedes soñar
abre tus alas, quí está tu libertad
y no pierdas tiempo, escucha al viento
canta por lo que vendrá
no es tan difícil que aprendas a volar.
No pierdas la fe, no pierdas la calma
aunque a veces este mundo no pide perdón
grita aunque te duela, llora si hace falta
limpia las heridas que cura el amor.
Y no apures el camino, al fin todo llegará
cada luz, cada mañana, todo espera en su lugar.
Y aquí está el grupo, o parte de él, ya que fluctuó un poco a lo largo del día:
En el medio: Marcia, Miriam, Elsa, María Esther, Mirtha, Hilda y Linda.
Abajo: Carolina, Estela y Alicia.
Nelly tuvo que irse antes del almuerzo, por esa razón no salió en la foto.
Abajo: Carolina, Estela y Alicia.
Nelly tuvo que irse antes del almuerzo, por esa razón no salió en la foto.
Fue un día maravilloso, realmente un encuentro en donde pudimos reflexionar, emocionarnos, reir, alabar a Dios y abrir nuestros corazones.
¡Gracias a quienes hicieron posible que esto se realizara! ¡Que Dios las y los bendiga!
Las esperamos el año que viene: 24 y 25 de Septiembre, en Bahía Blanca.
Estela Andersen
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