Fue muy cómico, porque yo me había propuesto sacar fotos de todas las comidas ¡me encanta "enganchar" a la gente disfrutando de una buena comida porque a veces salen unas expresiones únicas.
Pero se ve que había hambre, porque ni en los dos almuerzos ni en la merienda me acordé. Al menos quedamos escrachados en la cena, en que compartimos una muy buenas pizzas. ¡Filtrados, pero dándole al diente!!!
Y el domingo, recién después de haber comido un riquísimo pastel de papas (y yo de lentejas ¡viva la vegetariana!)... con la pancita llena, a la hora del postre, me acordé, y le pedí a Walter, mi esposo, que sacara un par de fotos.
¡Miren que buena torta!
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