La feria ofrece ropa, calzado, carteras, pañuelos, pashminas y chales, adornos para la casa, bijouterie, elementos para la cocina, muebles, y esta vez ¡hasta una máquina de coser!
El resultado de esta actividad fue excelente, con una recaudación récord. Claramente esto se debió a la gran variedad de productos que ofrece, el orden, la higiene, el buen estado y la presentación de la Feria en general. Éste es el comentario de la gente que pasa por la feria, no sólo esta última vez, sino cada vez.
A través de sus ferias, tres por año, la comunidad de Suárez a renovado su entusiasmo. La feria le da vida a la comunidad y visibilización como Iglesia, aparte, por supuesto, de ser una muy buena forma de generar recursos genuinos en la comunidad.
Felicitamos a esta comunidad que de manera sistemática y ordenada trabaja en el sostén de la Congregación. Realmente un modelo que sería muy bueno que las demás la imiten.
Recuerden que la comunidad de Suárez acepta donaciones para la feria en cualquier momento. Su consigna es: "Si tenés algo que ya no usás y no sabés que hacer con eso, a otra persona le sirve y le hace falta: no lo tires, acercánoslo, somos un buen nexo".
Estela Andersen
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