Ellos pensaron que el acontecimiento iba a pasar medio desapercibido, pero, ya a fin de año los habían deschavado. Para la ocasión recibieron una bendición junto a las palabras del Salmo 1, que mucho tiene que ver con ellos.
El amor es lo único que junto con la fe en Dios hace posible que los matrimonios perduren. El tener la bendición de envejecer juntos es una gran alegría para dos que se aman, y Adolfo y Anselma tienen ese sentimiento, aunque a veces no es tan fácil.
¡Que Dios los bendiga y les dé fuerzas para seguir luchando!
Estela
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