Dios mío, Dios mío, cuánta locura, cuanto horror.
Tus hijos e hijas son asesinados simplemente por su rica diversidad.
¿No laten sus corazones, no fluye sangre por sus venas?
¿No han sido creados a tu imagen y semejanza?
Y ahora que el odio ha ganado otra partida, ¿qué haremos?
¿Nos desgarraremos las vestiduras, mientras toneladas de bombas caen en países islámicos?
¿Seguiremos callando ante los traficantes de armas?
Dios mío, Dios mío, danos coraje, danos amor, danos sabiduría.
Coraje para gritar: ¡TODA vida humana es sagrada!
Amor para consolar, acompañar, abrazar a las víctimas.
Amor para aceptar lo diverso como parte de TU amor por la vida.
Sabiduría para discernir entre justicia y venganza.
Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Amén
Pastor Carlos Duarte
Pastor Presidente de la IERP
13/06/2016
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