Esto fue como un doble regalo y compromiso, ya que justo cuando celebramos el nacimiento del Niño Jesús, celebramos el ingreso de Melanie en la gran Familia de Dios.
"Recibe la señal de la cruz sobre tu frente y sobre tu pecho como símbolo de tu redención obrada por Cristo crucificado".
"Melanie Rahn, te bautizamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".
Dios es la casa que te protege,
el camino que conduce a la libertad,
el amigo que siempre es sincero,
la alegría que une,
el llanto que libera. Amén".
Y para los padres y padrinos, su bendición fue:
"Dios los bendiga,
que la risa de su niña los acompañe;
que la puerta de sus casas
permanezca abierta a otros niños
y sea lugar de amistad y amor. Amén"
Y así, con un aplauso, Melanie fue recibida como nueva miembro de la comunidad y del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia Universal. Deseamos que Dios la acompañe siempre y que se sienta acompañada por Él. Que no la asusten los desafíos de ser una seguidora de Cristo en una sociedad tan egocéntrica y materialista, y se anime a vivir la Fe y el Amor que vienen de Dios.
Estela Andersen
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