Con las palabras "dejen que los niños vengan a mí, y no se los impidan; porque de ellos es el Reino de Dios", invitamos a los niños y niñas que estaban presentes a pasar adelante para poder ver el Bautismo de cerca.
"Recibe la señal de la cruz sobre tu frente y sobre tu pecho, como símbolo de tu redención obrada por Cristo crucificado",
"Amparo, te bautizamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo",
y la bendición: Dios es la casa que te protege, el camino que conduce a la libertad, el amigo que siempre es sincero, la alegría que une, el llanto que libera. Amén".
Así, ya como miembro formal de la Iglesia, Amparo recibió un aplauso de toda la comunidad presente.
Familiares y amigos de Amparo y su madre disfrutaron no sólo del Bautismo, sino también de todo el culto.
En el tercer domingo de Adviento, siguiendo la propuesta del Calendario de Adviento, como símbolo de la hospitalidad, presentamos cubiertos completos sobre un repasador.
Un Bautismo en el camino hacia la Navidad nos permite vivir la Esperanza de Vida, que es Jesús, el Niño Dios. Nos ha llenado de alegría. ¡Que Dios te bendiga y te mantenga siempre en la Fe!
Estela Andersen
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