Carmen de Patagones/ARGENTINA (LWI) – El domingo 22 de Febrero la comunidad de Carmen de Patagones de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) realizó el primer bautismo de un adulto por inmersión, siendo uno de los primeros que trasciende y que se haya realizado en la IERP, una iglesia presente en Argentina, Uruguay y Paraguay desde hace más de 150 años.
El bautizado Lucho Faust de 48 años ha participado hace unos 20 en la Comunidad de Carmen de Patagones (IERP) capital de esa Provincia, a unos 800 kilómetros al sur de Buenos Aires, agrupa a 40 personas de esa ciudad y de Viedma, ubicada al otro lado del Río Negro. Una característica de la comunidad es que últimamente se están acercando personas de diversas confesiones religiosas por ser un espacio receptivo y abierto en el cual pueden vivir libremente su fe.
La historia del bautismo de Lucho comenzó hace dos años al acercarse a la Pastora Estela Andersen y expresare su deseos de recibir el sacramento. Cuando Faust manifestó, que debido a su historia familiar, su intención era recibir el bautismo por inmersión, la Pastora Andersen comenzó un proceso de diálogo, tanto con él, con la Directiva de su comunidad y con el propio Pastor Carlos Duarte, Presidente de la IERP. “Como ni en la Biblia ni en nuestra doctrina aparece cuál es la forma, sólo que sea con agua bajo las palabras, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, consideramos junto con el Pastor Presidente y la Comisión Directiva de la Congregación, que no había impedimento ninguno para hacerlo”, explicó Andersen.
La celebración se realizó a orillas del Río Negro, un afluente que recorre 630 kilómetros desde la región de los Andes y desemboca en el Océano Atlántico, a unos kilómetros de Carmen de Patagones, siendo el río recurso hídrico más importante de la región. Allí la comunidad se reunió para celebrar, de modo inusual, el bautismo por inmersión.
La preparación de la celebración incluyó el análisis de videos en los que se realiza el bautismo por inmersión a fin de celebrarlo de la mejor manera posible. El momento fue emotivo para el bautizado y para toda la comunidad pues al salir del río y al observar a la comunidad a lo lejos, Lucho dijo a la Pastora Andersen, "ahora sí soy como todos ellos, ahora sí soy miembro de la Iglesia". La comunidad, motivada por la celebración, corrió a abrazarlo y con aplausos celebraron el acontecimiento. Al compartir la Santa Cena, Lucho no pudo contener las lágrima por la emoción de pertenecer a una familia en Cristo.
Al evaluar el proceso la Pastora Andersen afirma que “al principio no pensé tanto sobre el tema pero conforme se fue acercando la fecha, me di cuenta de lo importante que es responder a las necesidades de las personas, y que esto no nos aleja de nuestra iglesia, sino que la enriquece. Seguramente esto puede traer algunas críticas pero yo lo siento como un acto de amor. Mi pensamiento y argumento para quienes me han preguntado es: si para él es importante, es importante para nosotros, si a nosotros no nos hace una diferencia ¿cuál es el problema de hacerlo?”.
Red de Comunicaciones – LAC - Pastor Eugenio Albrecht - 25 de Febrero de 2015
Federación Luterana Mundial América Latina y el Caribe
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