Hola amigos y amigas:
Me pareció interesante compartir el mensaje del culto de cierre del Encuentro de Mujeres en Katueté "Dios sana nuestras heridas".
Juan 8:2-11:
"Por la mañana volvió al Templo, y todo el pueblo vino a él; y sentándose, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio, le dijeron:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio, y en la Ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Esto decían probándolo, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo:
—El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, fueron saliendo uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los más jóvenes; sólo quedaron Jesús y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo:
—Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Ella dijo:
—Ninguno, Señor.
Entonces Jesús le dijo:
—Ni yo te condeno; vete y no peques más." Amén.
Dice el relato que mientras Jesús enseñaba, traen
ante él una mujer sorprendida en adulterio.
¿Qué es el adulterio? (respuestas)
Adulterio es cuando una persona comprometida o
casada con una persona tiene una relación amorosa con otra: ambos cometen
adulterio, las dos personas implicada, mismo que una de ellas no esté
comprometida.
Por lo tanto, la mujer que es llevada ante Jesús
está comprometida/casada y ha sido sorprendida engañando a su novio/marido con otro
hombre.
¿dónde está el hombre?...
Sólo llevaron a la mujer ya juzgada y condenada, Jesús sólo tiene que decir
de qué forma tiene que morir, si apedreada como dicta la Ley de Moisés o bajo
la Ley Romana.
¿dónde está el hombre?...
Esta situación es paradigmática en un mundo en donde
impera el modelo machista.
Pero también pregunto…
¿dónde está el hombre en situaciones que conocemos
hoy en nuestro propio contexto?
Situaciones en donde sólo la mujer es condenada
socialmente:
o La madre soltera… ¿dónde está el hombre que la
abandonó y no se hace cargo del niñ@ que lleva en su vientre?
o
La mujer que
desesperada aborta porque cree que no tiene otra alternativa… ¿dónde está el
hombre que estuvo con ella? ¿será que esa mujer y el niñ@ que lleva en el
vientre le estorban porque ya tiene una mujer e hijos?
o
La mujer
desahuciada y sin encontrar otra salida que abandona a su hij@... ¿dónde está
el hombre, padre de la criatura?
o
La mujer que
ejerce la prostitución porque cree que es la única forma de sobrevivir o fue
obligada a hacerlo… ¿dónde está el hombre que de día es un señor y de noche
paga por sexo?
o La mujer objeto que hasta parece que está convencida
y que le gusta y se divierte saliendo en escándalos de la farándula, haciéndose
mil y una operaciones estéticas, que trata de ser joven a pesar de los años…
¿dónde está el hombre que la consume?
En todas estas mujeres vemos a una sociedad que las
condena, las desprecia y les da la espalda en vez de darles contención, en vez
de ayudarlas, socorrerlas…
En Argentina, el año pasado todos estábamos muy
atentos ante un juicio único: era la primera vez que se lograba llevar a juicio
a 15 personas implicadas en la trata de mujeres en redes de prostitución, lo
que se conoce como “el caso de Marita Verón”.
15 personas estaban a punto de ser condenadas a
varios años de prisión, pero ¿saben lo que pasó? Fueron sobreseídas por falta
de testigos confiables, porque las pruebas y testimonios no eran suficientes.
¿y saben por qué? Porque las testigos eran mujeres que habían ejercido la
prostitución, obligadas por la trata, pero prostitutas al fin, y aunque no está
escrito en ninguna parte, para la justicia argentina, la mujer que ejerce la
prostitución no sirve como testigo porque es mentirosa, porque una prostituta
se dedica a fingir, no es creíble.
Realmente una vergüenza.
La pregunta es ¿qué nos pasa que condenamos a la
víctima?
¿qué nos pasa como sociedad que sólo condenamos a
una parte de los responsables: a la mujer?
¿qué nos pasa a las mujeres que somos tan duras con
nuestras compañeras de sexo?
¿qué nos pasa que siempre vemos a la mujer como la
zorra, la aprovechadora, la traicionera, la comehombres, la engañadora, la
tentadora?
¿y el hombre?
¿Será que no tiene voluntad, que es un muñeco, una
marioneta, alguien que se deja manejar?
¿qué nos pasa a las mujeres que somos más duras que
los hombres a la hora de juzgar a una mujer?
¿qué nos pasa que no podemos, que no logramos
ponernos en la piel de las mujeres que no han tenido las mismas oportunidades
que nosotras?
¿no tendríamos que ser las primeras en defendernos
entre nosotras?
En estos días hemos visto que durante siglos hemos y
estamos reproduciendo el modelo machista, un sistema violento en donde el más
fuerte es el que manda. Nosotras como mujeres criamos a nuestr@s hij@s con
esa mentalidad…
Estamos todas listas y dispuestas a apedrear no sólo
a las mujeres socialmente condenadas, sino también a las mujeres que luchan por
cambiar un sistema que ya ha demostrado que no sirve, que es violento, y se
percibe a nivel mundial con tantas muertes por guerra y hambre…
…y mientras tanto Jesús nos dice: “el que esté libre
de pecado, que arroje la primera piedra”
Jesús nos llama al arrepentimiento, a que seamos
misericordiosas, a que brindemos la oportunidad del cambio, que ayudemos a las
mujeres que viven creyendo que no hay otra alternativa que la vida que fueron
obligadas a tener…
Por eso Jesús le dice a la mujer: “Mujer, ¿dónde
están? ¿nadie te ha condenado?... Tampoco yo te condeno, vete y no peques más?”
Jesús nos llama a ayudar, a acompañar a las mujeres
víctimas de una sociedad injusta que condena sólo una parte de l@s
responsables:
- A la
hora de un embarazo no deseado
- A la
hora de vender su cuerpo
- A la
hora de la violencia y el abuso sexual
La carta a los Efesios que estuvimos trabajando el
sábado nos habla de amor, respeto, cuidado.
Jesús nos habla de misericordia y nuevas
oportunidades.
Llevemos una vida en ese sentir, dejemos caer las
piedras que tenemos en nuestras manos y seamos agentes de cambio en este mundo
injusto y violento. Amén.
Estela Andersen
Pastora de
la IERP
Congregación
Evangélica Semillas del Sur - Argentina
Septiembre
2013
Encuentro de
Mujeres en Katueté - Paraguay
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