En el mes de marzo, cuando viajamos a Patagones, fuimos por el camino sacando fotos de la gran sequía que afectaba a esta zona; realmente era muy impresionante ver los campos secos, los animales muertos, la arena que volaba y que ya estaba encima de la ruta, ver los alambrados tapados, en algunos lugares casi en su totalidad…
En estos últimos dos meses, comenzó a llover nuevamente, y fue de gran alegría para todas las personas que viven por allí, de a poquito empezó a brotar el pasto nuevamente en los campos, el aire que se respira ya es distinto, y el ánimo de las personas también…
Pero sin embargo, la lluvia no cambió totalmente la situación, este domingo, cuando viajábamos desde Patagones a Ströeder para celebrar el culto allí, nuevamente nos tocó vivir algo similar a lo que pasaba por el mes de marzo, una tormenta de arena, algo tan normal para la gente de esos lugares, pero que no deja de ser agobiante y desalentador.
Debíamos avanzar muy lentamente, con las luces encendidas, por la dificultad para ver los autos que venían de frente, y también por la fuerza del viento y la arena que no paraba de remolinear; en las fotos y en el video se puede observar la gran nube de arena y el fuerte ruido del viento.Es muy impresionante ver el contraste, entre el verde de los campos que están rebrotando, y en medio de eso, la arena que no desaparece, aún cuando ha comenzado a llover.
Recuperar estos campos, llevará un largo tiempo, en el cual debemos seguir pidiéndole a Dios que envíe lluvia, ánimo y fuerzas para todas las personas que tuvieron que abandonar sus campos, para quienes tuvieron que vender sus animales por la falta de agua; debemos confiar en que Él no nos deja solos y en medio de las situaciones más difíciles aún sigue caminando a nuestro lado.
Paula Fogel
Mientras nosotros viajábamos en el auto, también se encontraban en el camino estas personas, esperando un colectivo, sin tener ninguna protección; soportando la tormenta de arena...
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