Este papel viajero, arrancó en Bahía Blanca, y fue pasando por Coronel Suárez, Alpachiri, San Martín, Carmen de Patagones y tuvo su última parada en Ströeder.
Si lo observamos pensando en que somos “la comunidad de los reconciliados” como se consideraba la gente de la Iglesia primitiva a partir del bautismo, podemos ver también que hoy nosotros somos llamados a la reconciliación en nuestras comunidades, en nuestra congregación. Que debemos aceptarnos mutuamente, respetar al otro, a la otra en su manera de pensar y de actuar; y a pesar de las distancias que separan a las comunidades considerar que somos parte de una sola congregación, como nos vemos representados en este papel, y a partir de esto, saber que debemos y podemos trabajar unidos, aceptando esta realidad que nos toca vivir, pero que no debe ser un obstáculo para seguir adelante; y al igual que la Iglesia primitiva.
Paula Fogel
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