El 12 de Julio Ángel y Magdalena celebraron los 65 años de casados en un salón en Punta Alta, junto a familiares y amigos.
Dice el Salmo 127:
"Si mi Señor no edifica la casa,
en vano trabajan los que la edifican;
si mi Señor no cuida la ciudad,
en vano vela la guardia.
Por demás es que se levanten de madrugada
y vayan tarde a descansar,
y que coman pan de fatigas,
pues que a su amado dará Dios el sueño.
Herencia de mi Señor son los hijos;
cosa de estima el fruto del vientre.
Como flechas en manos del guerrero,
así son los hijos tenidos en la juventud.
¡Bienaventurado el hombre
que llenó su aljaba de ellas!
No será avergonzado
cuando hable en la puerta con los enemigos. Amén "
Como hace 65 años, cortaron la torta de bodas, tan enamorados o más que en aquel momento.
Por supuesto estuvieron presentes sus amigas de la iglesia, con las que se juntan los segundo martes del mes, en su casa, en Punta Alta.
Anita, como toda una profesional, cortó toda la torta para l@s invitad@s.
Justo coincidió que el día del festejo, su nieto Andrés cumplió 32 añitos, lo que sólo sumó a la fiesta. De paso sopló una vela y le cantamos el "¡Que los cumplas feliz!"
Realmente es una gran bendición cuando Dios permite que en una pareja ambas personas vivan juntos todos esos años, pero más todavía cuando esa vida junt@s es en el amor, como una construcción, una dedicación diaria en agradecimiento a Dios en todo momento, los buenos, pero los malos también.
¡Que Dios los siga bendiciendo!
Estela Andersen
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