Comunidad de Patagones |
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Las celebraciones las comenzamos con un video sobre el nacimiento de Jesús, con la música de Jairo.
Comunidad de Coronel Suárez |
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Después de un saludo, fuimos encendiendo las cuatro velas de la corona de Adviento.
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Al encender la primera vela leímos las palabras del profeta Isaías (9: 2- 6): "El pueblo que
andaba en tinieblas vio gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de
muerte, luz resplandeció sobre ellos.
Multiplicaste
la gente y aumentaste la alegría.
Se alegrarán
delante de ti como se alegran en la cosecha, como se gozan
al repartirse un botín.
al repartirse un botín.
Porque tú
quebraste su pesado yugo, la vara de su hombro y el dominio de su opresor, como
en el día de Madián.
Porque todo
calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla y todo manto
revolcado en sangre, serán quemados, serán pasto del fuego.
Porque un niño
nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro.
Se llamará su nombre
«Admirable consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Príncipe de paz».” Amén.
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Con la segunda vela compartimos el texto de Lucas 2: 1-20: “Aconteció
en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo
el mundo fuera empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio
gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su
ciudad.
También
José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David,
que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María su mujer, desposada
con él, la cual estaba encinta. Aconteció que estando ellos allí se le
cumplieron los días de su parto. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo
envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos
en la posada.
Había
pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche
sobre su rebaño. Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del
Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les
dijo:
—No tengan
miedo, porque yo les doy noticias de gran gozo, que será para todo el
pueblo: que les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es
Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: hallarán al niño envuelto en
pañales, acostado en un pesebre.
Repentinamente
apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan a
Dios y decían:
«¡Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra paz,
buena voluntad para con los seres humanos!»
Sucedió
que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron
unos a otros:
—Pasemos,
pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha
manifestado.
Vinieron,
pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el
pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del
niño. Todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les
decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Los pastores se volvieron glorificando y
alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había
dicho.” Amén.Comunidad de Patagones |
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Y en la cuarta vela compartimos el texto de Efesios (5: 8-9): “… porque en otro tiempo eran tinieblas, pero ahora
son luz en el Señor; anden como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad,
justicia y verdad)…” Amén.
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"Cuando el Evangelio nos habla de la luz, habla de una lámpara visible para todos y todas. Una lámpara que ilumina el camino. Yo soy la luz dice Jesús. Y dice también que nosotros somos llamados a ser luz. Así como él ilumina nuestro caminar, también nosotros estamos llamados a reflejar su luz en nuestra manera de vivir, en casa, en el barrio, en la iglesia. Somos invitados e invitadas pues a compartir con nuestros prójimos, en especial con los frágiles, nuestro caminar por la vida, iluminando senderos y posibilidades."
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La propuesta este año fue la de pensar en José, ese olvidado de la historia, esa persona apenas nombrada en el evangelio, pero responsable de la educación de Jesús. Pensamos en la difícil situación que debió atravesar, en donde optó por el amor. El amor como el camino necesario para vivir una vida íntegra y plena, pero al mismo tiempo tan difícil por nuestros miedos, preconceptos y egoísmos.
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En el árbol fueron colgando sus buenos deseos y propósitos y en un tacho tiraron todo aquello que no les permite vivir una vida en Jesús, con la consigna "dejarle a Jesús todas nuestras cargas".
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En cada encuentro fueron encendiendo las velas y la última, la del medio, la encendimos la noche de la celebración navideña.
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Ante la perspectiva de posibles pequeños en el culto, preparamos un rincón en donde los peques pintaron y recortaron un pesebre.
Antes de la oración de interseción, compartimos un video con la canción "Canción de Navidad" de Silvio Rodríguez.
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y también nos visitó Papá Noel o el Hombre de la Navidad, según la tradición del norte de Europa.
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Al finalizar el culto, después de cantar todos juntos "Noche de paz", los niños y niñas recibieron golosinas de la comunidad.
Durante todos los cultos no sólo se ofrendó para la Campaña de Navidad, sino que se repartieron semillas y bombas de semillas. Además entre todos y todas fuimos formando un monte con los árboles dibujados, como una forma simbólica de sumarnos a la propuesta de reforestar, de plantar plantas y árboles.
¡Muchas gracias a todos y todas que hicieron posible que este año haya sido de bendición para tanta gente!
Que la paz de Dios, misma que se reflejó en el Rostro del Niño de Belén, aparezca en nuestras vidas cada día.
Que el
nacimiento de Jesús nos haga nacer de nuevo la
esperanza por un mundo mejor, mundo que
juntas y juntos haremos posible con acciones fraternales encaminadas a
la paz, la justicia, la tolerancia y el amor.
Vayamos
en Paz.
Y
que, siempre no solo en Navidad, la Luz de la esperanza siga alumbrando nuestro
camino.
Que
sigamos descubriendo los signos de paz en el rostro de cada hombre, mujer;
adulto, joven o niño; en cada espacio en el que nos encontremos: hogar,
trabajo, escuela, iglesia; en la ciudad y en el campo, para hacer el sueño
realidad: que la violencia termine, “que
haya paz en la tierra y gloria en el cielo”.
En
el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén¡Que Dios los y las bendiga! ¡Feliz Navidad!
Estela Andersen
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