Así la pescamos a Linda, que en vez de lavar los platos, lavaba las piedras.
Lo que pasa es que en la noche del sábado, después del devocional, hubo sesión de masajes a cargo de Cristina y Linda. Para aprovechar la energía de las piedras, las habían calentado en el fogón... ¡pero demasiado!!! Por lo que ahí quedaron.
Pero Linda, que no desperdicia nada, las lavó y se las llevó para su casita.
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Calumnias!!! hace rato que estaba por expresar mi posición!!! los platos ya estaban "lavaditos y planchaditos". Lo que pasó es que apagamos el fuego porque no lo ibamos a dejar toda la noche encendido y las piedras que estaban calentándose se ensuciaron. Me parece, que en esto "mete púa" la envidia y el arrepentimiento de no haberse quedado a disfrutar de los masajes... =D Linda
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