Bueno... hemos hablado de Walter y todas sus virtudes... pero también tiene su pinta. Una de las chicas lo pescó inflagrante relajado y sonriente... tiene su facha ¿no?
Y bueno... las chicas también tenían derecho a deleitarse la vista... ¿o no?
¡A ver si el año que viene se acoplan más hombres para trabajar en la cocina así se puede elegir!!!
Muchas gracias, Walter, por tu dedicación y cuidado. Todas nos sentimos unas reinas.
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