“Pues el evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos: es por fe, de principio a fin. Así lo dicen las Escrituras: ‘El justo por la fe vivirá.’”
Romanos 1,17
El 31 de Octubre se celebra, en el seno de las iglesias evangélicas, el Día de la Reforma protestante. En ese día del año 1517, el monje agustino Martín Lutero clavó una propuesta a las puertas de la iglesia de Wittenberg, Alemania, para debatir la doctrina y práctica de las indulgencias por parte de la iglesia de su tiempo. Esta propuesta fue popularmente conocida como las ‘95 tesis’.
Los postulados básicos de la fe evangélica, se pueden sintetizar en:
1) Sola Gracia: Cristo es el único que puede justificarnos. Las obras, incluidos los ritos eclesiales y cualquier otro tipo de esfuerzo humano, no son la causa de la salvación del hombre. La salvación es obra de la sola gracia de Dios: Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios; y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2,8-9).
2) Sola Fe: La fe es lo único que, mediante la gracia de Dios, nos salva. Ninguna obra puede salvarnos, sino sólo la fe. Dice el apóstol Pablo: En el Evangelio se revela la justicia de Dios, por la fe y para la fe, conforme a lo que dice la Escritura: El justo vivirá por la fe (Romanos 1,17).
3) Sola Escritura: La única fuente de revelación y norma de vida son las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento.
4) Solo Cristo: El único fundamento de la fe es Jesús. El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo (1 Corintios 3,11). Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo (1 Timoteo 2,5).
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