La finalidad en principio fue abordar la temática, ver qué sabían sobre vih-sida quienes participaron, y esto lo hicimos a través de un juego de preguntas y respuestas. Esto fue muy bueno, ya que mientras avanzaban, entre risas y dados, pudimos trabajar y presentar información correcta.
Esto se afianzamos a través de un power point elaborado por Fundación Huésped.
En un segundo momento, que resultó poco, los talleristas expresamos las razones personales, instituciones y teológicas de haber formado y de ser parte de la Red. Por un lado como compromiso cristiano, que nace del amor de Dios como Creador de todo ser viviente, en una Creación por amor.
Luego, también, del ejemplo de Cristo, como modelo de inclusión, compromiso y entrega. Finalmente, como templos del Espíritu Santo que mueve al cristiano/a a vivir el amor en lo concreto, buscando de esa manera, a cambiar el mundo a través de pequeñas acciones transformadores, como lo es la Red de trabajo sobre vih-sida.
Algunas personas del auditorio hicieron preguntas concretas con respecto a la opción de la IERP.
Pero quedaron "con ganas de más", por los que es muy probable que en el 2018 se haga una segunda parte.
¡Muchas gracias a Patricia Weigandt, Agustina Schäube y Marina La Vecchia por el espacio en la Cátedra libre! ¡Muchas gracias, Jorge Weishein, por el gran esfuerzo y la buena onda!
Estela Andersen
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