Hace ya cuatro años que venimos realizando talleres sobre discapacidad. Hasta ahora siempre nos acompañó Norberto Rasch, pero este año, ante la dificultad de su venida y por el interés nacido desde el año pasado, se formó un equipo de personas de diferentes iglesias, interesadas en el tema. Gustavo Barberón, de la Iglesia Católica, Aldo Santos Díaz, de la Iglesia Valdense, Estela Andersen, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, y Mariel Molina, Psicopedagoga, especializada en sexualidad y discapacidad.
Este equipo organizó la jornada del 1° de Agosto en el salón de la Parroquia Santa Teresita, en Thomson 546, Bahía Blanca.
Ese sábado, poco antes de las 10 hs., se fueron acercando de a poco las personas interesadas en el tema.Nos dispusimos en una ronda, para crear un clima de intimidad,
y comenzamos desde la reflexión bíblica.
El padre, Roberto Buckle, fue la persona encargada de esta parte. Habló acerca de un Dios sensible que nos crea a su imagen y semejanza, un Dios que coloca en nosotr@s un corazón de carne, para que tengamos la capacidad de sentir. Somos seres integrales, por lo que lo que sentimos se refleja en nuestro cuerpo, esto es muy importante, ya que es el cuerpo el que expresa lo que nos pasa por adentro y que lo comunica a las personas que nos rodean. Jesús, en su humanidad, nos demuestra claramente que es la voluntad de Dios que nos expresemos a través de nuestros cuerpos, no como pecaminosos sino sagrados.
Realmente nos introdujo en la importancia de concebirnos como seres integrales, con sueños, frustraciones, proyectos, tristezas, desafíos, etc.
En una segunda parte, Estela Andersen, Pastora de la IERP, nos encaminó hacia la subjetividad del ser humano, nuestras emociones, cómo nos comunicamos, cuales son nuestros anhelos, presentando un video movilizador
¿Qué nos impide vivir la nuestra?
¿Hasta qué punto estamos dispuest@s a exponernos a la hora de descubrir que amamos?
¿Cuáles son nuestros temores?
¿Cuáles son nuestros sueños, deseos, expectativas?
Preguntas para ir pensando...
Después Karina Zukerman compartió su experiencia de vida. Karina está en pareja y recientemente han adoptado a una niña. Su familia la acompañó en su testimonio conmovedor.
Andoni Irazusta, jugador de basquet en silla de ruedas, compartió su historia de vida. Él quedó hemiplégico a partir de un accidente autovilístico a los 17 años. Gracias a sus amigos y su familia pudo superar el trauma y descubrirse una persona completa, con todo el potencial. Estudió ingeniería, es profesional, esposo y padre de un hijo adolescente. Un hermoso testimonio de vida y optimismo.
La pausa del almuerzo fue necesaria para distender y confraternizar.
En el bloque de la tarde, la psicópedagoga Mariel Molina, estuvo a cargo de la mirada desde la psicología humana. A través de un video, motivó el diálogo
Buena señal, este espacio evidentemente es necesario...
En el último momento construimos un árbol: en el tronco escribimos nuestras expectativas, qué buscamos en el taller, y en las hojas, qué nos llevamos y qué es lo que queremos seguir trabajando.
¡Quedó hermoso!
Lamentablemente no sacamos una foto con todo el grupo. Pero bueno... hubo algunas personas que sólo pudieron estar de mañana, otras sólo de tarde, algunas sólo un ratito en un momento... pero lo importante es que estuvieron.
Este es el grupo que quedó hasta el final, con el arbolito que armamos.
Seguramente nos estaremos juntando nuevamente durante este año... y sino, será el año que viene. Lo importante es que empezamos a trabajar, y que vamos creciendo.
Muchas gracias a todas las personas que aportaron con lo mucho o lo poco. ¡Que Dios los y las bendiga!
Estela Andersen
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