Del jueves 2 al domingo 5 de Abril tuvimos la gira de la Pascua en la Congregación celebrando culto en todas las comunidades.
Jueves Santo en Coronel Suárez:
Este año la propuesta del Jueves Santo, que correspondía a la comunidad de Coronel Suárez, fue unir la última cena de Jesús con sus discípulos y discípulas
y la Pascua judía,por lo que presentamos una mesa con comida en el templo.
La celebración comenzó con el saludo de dos mujeres mientras encendían las velas:
Blanca dice: "Tú eres nuestra confianza, Dios del universo. Te pido que ninguna envidia y
malicia; ningún odio y temor; pueda sofocar esta llama. Te pido que la
indiferencia y la apatía; el desprecio y el orgullo; no puedan apagar su luz."
María Elena: "Quédate con nosotros de día, quédate con nosotros
de noche, y cuando la oscuridad cubra la tierra mantén nuestras luces
resplandeciendo Amén."Las dos: "¡La luz de Cristo brilla para todos y todas!"
Marcelo Caroni, el cantante invitado, interpretó "Alma bendice".
"Estamos reunidos aquí en la hermandad de la mesa como hacía Jesús y como continuaron haciendo los primeros cristianos, que se reunían alrededor de una mesa y compartían juntos los alimentos que traían. Esta comida comunitaria se llamaba “ágape”, o “fiesta del amor”."
"Vamos a celebrar y a compartir la comunión de la mesa como lo hacían los primeros cristianos. En aquellos primeros tiempos de la iglesia la comunión del pan y del vino se celebraba dentro del contexto de una comida comunitaria llamada “ágape”, como se explicó anteriormente. En los primeros tiempos, siguiendo las tradiciones judías, se bendecía primero el pan, después se comía la comida, y al final se bendecía a copa. Con el tiempo la bendición del pan y del vino se unió y se separó de la comida comunitaria. Hoy queremos rememorar aquellas primeras eucaristías, por lo que bendeciremos primero el pan, después compartiremos los alimentos y por último bendeciremos la copa. Para eso vamos a utilizar palabras de la Didajé, un escrito cristiano muy antiguo, contemporáneo con los evangelios, que explicaba, entre otras cosas, cómo bendecir el pan y el vino de la comunión. También usaremos la acción de gracias en hebreo, una oración que posiblemente sea muy parecida a la que decía Jesús para bendecir el pan."
Después de estas palabras, Blanca y María Elena repartieron el pan
y tod@s lo levantamos para la bendición mientras decíamos: "Bendice, Señor, nuestro pan, da pan a los que tienen hambre y hambre de justicia a los que tienen pan", y después lo comimos.
La Pastora explicó el significado de los alimentos de la mesa: cordero, pan sin levadura, hierbas amargas, huevo duro, puré de manzanas, jugo de uva y vino..
Walter y María Elena cortaron el cordero y los huevos.
Después compartimos la comida entre charlas.
Después Blanca repartió el jugo de uva y María Elena, el vino.
Tod@s levantamos la copa mientras decíamos: "Bendice, Señor, nuestro vino, da vino a los que tienen sed y sed de justicia a los que tienen vino", y bebimos de ella.
Blanca y María Elena juntaron las copas.
Al igual que Jesús en la noche en que fue entregado, hicimos el lavado de pies.
Como un gesto de amor la propuesta fue el lavarse los unos a los otros
terminando con un abrazo y un beso.
Después María Elena,
Blanca y la Pastora retiraron los candelabros, las flores y los manteles de la mesa,
como símbolo del despojo de Jesús y su soledad en la cruz.
Finalizamos asumiendo un compromiso con Jesús diciendo:
"Donde Cristo
camine, Le seguiremos.
Donde Cristo
tropiece, Nos detendremos.
Donde Cristo
grite, Lo escucharemos.
Donde Cristo
sufra, También
sufriremos.
Donde Cristo
muera, Inclinaremos
nuestras cabezas con dolor.
Cuando Cristo
resucite nuevamente en gloria, Compartiremos su eterno gozo.
Desde las celebraciones de Adviento y la Navidad, una planta de lavanda estuvo acompañando a la comunidad
con el fin de ser plantada en esta fecha,uniendo el árbol y la cruz, como parte de lo mismo
la Vida en abundancia desde la cruz, que es el mismo que nació tan frágil en Belén.
Viernes Santo en La Pampa:
Comunidad de Alpachiri |
Comunidad de General San Martín |
Comunidad de Alpachiri |
Comunidad de General San Martín |
Comunidad de Alpachiri |
Luego seguimos la liturgia:
Escuchemos lo que
dice el evangelio según Mateo 26:47-50 “Aún estaba él hablando cuando llegó Judas, uno de los doce, y con
él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de
los ancianos del pueblo. Y el
que lo entregaba les había dado señal, diciendo: «Al que yo bese, ése es; préndanlo.» En seguida se acercó a Jesús y dijo:
—¡Salve, Maestro!
Y lo besó. Jesús
le dijo:
—Amigo, ¿a qué vienes?
Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y lo prendieron.”
Judas, ¿traicionas al Hijo del Hombre con un beso? Los trágicos
acontecimientos de aquella noche comienzan, en términos humanos, con Judas
Iscariote Judas era uno de los doce, y en su torcida mente pensó que Jesús, que
había hecho tantos milagros, podía liberarse a sí mismo.
Así, por treinta piezas de plata, el precio de un esclavo, Jesús fue
puesto a disposición de sus captores.
Ahora Jesús empieza a ser el despreciado. Los hombres empezaron a ir
hacia él. Entre ellos, uno de los alumnos especiales lo entregó en manos del
enemigo. ¿Hay alguna tragedia más grande en la vida, que ser traicionado por
aquél a quien uno ama?
(se apaga la primera vela)
Escuchemos lo que
dice el evangelio según Mateo 26: 62- 68: “Se levantó el Sumo sacerdote y le preguntó:
—¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti?
Pero Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo:
—Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si eres tú el
Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús le dijo:
—Tú lo has dicho. Y además les digo que desde ahora verán al Hijo
del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del
cielo.
Entonces el Sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo:
—¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Ahora
mismo han oído su blasfemia. ¿Qué les parece?
Y respondiendo ellos, dijeron:
—¡Es reo de muerte!
Entonces lo escupieron en el rostro y le dieron puñetazos; y otros
lo abofeteaban, diciendo:
—Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.
Su Iglesia escogida lo rechazó. Caifás, el sumo sacerdote rompiendo sus
vestidos gritó: "¡Este hombre ha blasfemado a Dios!" Su propia
Iglesia lo acusó. ¿Pueden ustedes sentir la angustia de todo esto?
Él, siendo Dios alimentó, bendijo, corrigió y ayudó a su Iglesia contra
innumerables enemigos. A su cuidado Dios puso la confianza sagrada del Mesías
prometido. Ahora que el Mesías había llegado, la Iglesia gritó en contra
de él: "Este hombre ha blasfemado a Dios" e hizo preparativos para
matarlo.
(Se Apaga la segunda vela)
Escuchemos lo que dice el evangelio según Lucas 23:6-11 “Entonces
Pilato, cuando oyó decir «Galilea», preguntó si el hombre era galileo. Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes,
lo remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén. Herodes, al ver a Jesús, se alegró mucho, porque
hacía tiempo que deseaba verlo, porque había oído muchas cosas acerca de él esperaba verlo hacer alguna señal. Le hizo muchas preguntas, pero él nada le
respondió. Estaban
los principales sacerdotes y los escribas acusándolo con gran vehemencia. Entonces
Herodes con sus soldados lo menospreció y se burló de él, vistiéndolo con una
ropa espléndida; y volvió a enviarlo a Pilato.”
Seguramente su propio pueblo podía haberlo defendido y
protegido. Herodes pudo haber salvaguardado a Jesús. El tenía el poder
para hacerlo, pero... rechazó a Jesús y lo envió de vuelta a Pilato.
¿Alguna vez tu propia nación te declaro fuera de la ley?
¿Eres tú un hombre o una mujer sin nacionalidad? Si pudieras sentir la
horrible angustia de una persona que no tiene hogar ni patria, entonces podrías
empezar a sentir como se sintió Jesús aquella noche.
(Se apaga la tercera vela)
Comunidad de General San Martín |
Escuchemos lo que dice el evangelio según Lucas 23:20-24: “Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos volvieron a gritar, diciendo:
—¡Crucifícalo, crucifícalo!
Él les dijo por tercera vez:
—¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; lo castigaré y lo soltaré.
Pero ellos insistían a gritos, pidiendo que fuera crucificado; y las voces de ellos y de los principales sacerdotes se impusieron. Entonces Pilato sentenció que se hiciera lo que ellos pedían.”
Pilato se lavó las manos. Él sabía que Jesús era inocente, pero lo entregó para ser crucificado. Pilato representa al mundo. La última esperanza a la cual Jesús se podía aferrar, el último amigo (entre comillas) al cual Jesús podía acudir, su última chance de apelar se había ido.
Ahora, solamente la senda de la angustia está frente a Jesús la senda del dolor, de la pesada cruz, de las mujeres llorando, de la multitud burlona, del vino agrio, de las espinas y de los clavos. Ahora, frente a Jesús está solamente la cruz.
(Se apaga la cuarta vela)
Escuchemos lo que dice el evangelio según Mateo 27:45-46 “Desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: «Elí, Elí, ¿lama sabactani?» (que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?»).”
Ocurrió solamente una vez en la historia de la humanidad.
Solamente una vez abandonó Dios al hombre, y ese hombre era Jesús. Aunque trataras, no podrías imaginarte lo que significa ser abandonado por Dios, porque he aquí que Él está contigo siempre, hasta el fin del mundo.
Por eso, el grito desde la cruz fue un grito de agonía. Esa fue la oscuridad más profunda a la que Jesús pudo ir el día en que Él ocupó nuestro lugar en la muerte.
(Se apaga la quinta vela)
Escuchemos lo que dice el evangelio según Lucas 23:46 “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo:
—Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Habiendo dicho esto, expiró.”
Entonces, cuando gritó: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", Jesús inclinó su cabeza y entregó su espíritu. Abandonado por las personas y por Dios, en su supremo sacrificio, murió por todos los hombres y mujeres. Entonces vinieron los soldados y con una lanza le abrieron el costado, y al momento salió sangre y agua, clara señal de que estaba muerto.
(Se apaga la sexta vela)Comunidad de Alpachiri |
Observen: Una luz todavía alumbra, no todas se apagaron. No pueden éstas
tomar la vida de mi Señor para siempre. La muerde y la tumba no podrán
retenerlo, porque en tres días Jesús levantará el templo que los demás trataron
de destruir. La muerte y la tumba no son victoriosas. Él es quien triunfa. Sí,
en el caos de los elementos, a través de la tierra temblando, en el velo que se
rasga, en la tumba abierta, CRISTO VIVE.
¡Gracias mil sean dadas a Ti, Señor Jesús!
Comunidad de General San Martín |
Comunidad de Alpachiri |
Comunidad de Alpachiri |
Comunidad de General San Martín |
Comunidad de General San Martín |
Sábado de Gloria en el Sur de la Congregación:
Villalonga:
Por la tarde del Sábado de Gloria nos reunimos en la casa de la familia Walter-Kirs para reflexionar acerca de la PascuaMarcelo nos acompañó con "Fiesta de la primavera".
A partir de un video sobre Juan 20, reflexionamos acerca de la resurrección y lo que significa en nuestra vida. Hablamos acerca de nuestros temores y fortalezas.
Carmen de Patagones:
A las 19 hs., en Carmen de Patagones, celebramos el culto de Sábado de Gloria, comenzando por el video y luego leyendo en forma antifonal el saludo:
"Cantemos
al Señor de tierra y cielo que ha vencido a la muerte en duro duelo.
Cantemos a Jesús que resucita y a la lucha y la fiesta nos invita.
Cantemos a Jesús, hijo del Hombre, porque ya tiene Dios de un hombre el
nombre.
Cantemos a Jesús, que es el más fuerte, que el amor no le puede ni la muerte.
Cantemos y dancemos de alegría, que ya pasó la noche y es de día.Marcelo cantó: "Fiesta de la primavera".
Después del Credo, en el momento de la Santa Cena, la Pastora oraba al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y la comunidad respondía con las estrofas del canto "Santo, Santo, Santo" del Culto Cristiano.
Señor Dios, te agradecemos por convidarnos a
participar de tu Cena, donde recibimos fortalecimiento de nuestra fe mediante
la verdadera comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo. Te alabamos porque
nos creaste tan maravillosamente y nos mantienes en tu amor, cubriéndonos de
bendiciones materiales y espirituales. ¡Gracias por todo esto, Señor!
Te alabamos,
oh Señor Jesucristo, porque asumiste nuestra culpa en la cruz y perdonas todos
nuestros pecados, dándonos nueva vida por tu resurrección. Te alabamos porque
nos quieres dar este perdón de manera visible y de pura gracia, a través de tu
verdadero cuerpo y sangre en la Santa Cena. ¡Gracias por esto, Señor!
Te
alabamos, oh Señor Dios, Espíritu Santo, porque nos llamaste a la fe y ahora
santificas nuestra vida con tu poder. Te agradecemos por obrar a través de esta
Cena Celestial, fortaleciendo nuestra fe en la remisión de los pecados,
dándonos la certeza de la comunión personal con Dios y uniéndonos en un solo
cuerpo contigo en la verdadera y divina comunión unos con los otros. ¡Gracias
por esto, Señor!
Santo eres Tú, ¡oh Dios! Todopoderoso y
misericordioso Señor. Santo eres Tú y grande en la majestad de tu gloria. De
tal manera amaste al mundo que diste a tu Hijo Unigénito para que todo aquel
que en Él cree no se pierda, más tenga vida eterna, y le enviaste al mundo para
cumplir por nosotros tu santa voluntad y consumar nuestra salvación. Al recordar, por tanto, su precepto saludable, su vivificante pasión y muerte, su gloriosa resurrección y ascensión, y la promesa de su segunda venida, te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, y te suplicamos que aceptes misericordiosamente nuestra alabanza y acción de gracias y nos bendigas a nosotros, tus hijos, de modo que todos los que participamos del santo cuerpo de Cristo y de su preciosa sangre seamos llenos de tu paz y gozo celestiales y haz que, al recibir el perdón de los pecados, juntamente con los dones de vida y salvación, seamos santificados en cuerpo y alma, y participemos de la herencia de los santos en luz. A Ti, ¡oh Dios!, Padre, Hijo y Espíritu Santo, sean todo honor y gloria en tu santa iglesia, por los siglos de los siglos. Amén.
Domingo de Resurrección en Bahía Blanca:
La mañana de Pascua nos reunimos en la comunidad de Bahía Blanca celebrando la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.El culto fue similar al del Sábado de Gloria con los cambios pertinentes. Marcelo nos acompañó con las mismas canciones, "Fiesta de la primavera" y "Cristo vive".
y cómo es para nosotros hoy. De qué forma anunciamos su Resurrección, si es creíble o si, como en aquellos tiempos, somos considerados unos locos.
En el momento de los anuncios Marcelo Caroni y Susana, su esposa, pasaron adelante para recibir nuestro agradecimiento en palabras y aplausos, por haber compartido en toda la Congregación el canto y la buena onda.
La afirmación de fe, confesada después del mensaje y disponiéndonos para la celebración de la Santa Cena, fue la siguiente:
La muerte
no puede contener la vida del mundo. Jesús ha pasado de muerte a vida. La
desesperación y el dolor dio a luz una esperanza. Las piedras claman y los
fieles se regocijan.
Él
vive, Él no está aquí. Él va delante de nosotros a Galilea.
La
muerte no puede contener la vida del mundo. Paz nos da a nosotros. Una paz
que el mundo no conoce. Las naciones buscan y no encuentran paz... En sus
sistemas de defensa, sus planes de guerra y su poder para destruir.
Él
vive, Él no está aquí. Él va delante de nosotros a Galilea.
La
muerte no puede contener la vida del mundo. Sólo comprensión y compasión pueden
romper barreras, vencer hostilidades y crear el camino de justicia y
libertad.
Él
vive, Él no está aquí. Él va delante de nosotros a Galilea.
La
muerte no puede contener la vida del mundo. Tú nos llamas a la integridad y a
la armonía con nosotros mismos, con otras personas y con toda la creación.
Cada uno de nosotros reflejamos en nuestras propias enfermedades,
divisiones, conflictos internos, la separación y pecaminosidad que existen
en nuestro mundo.
Él
vive, Él no está aquí. Él va delante de nosotros a Galilea.
La
muerte no puede contener la vida del mundo. Tú nos invitas a la vida y a
no aferrarnos a nuestros propios planes. A aprender los caminos de la
gratitud, los caminos de gracia, los caminos de la justicia y la paz. A
vivir como testigos de tu verdad. Oramos pidiendo valor y fe.
Él vive, Él no está aquí. Él va delante de nosotros a Galilea.
Finalizamos con un compromiso leído en forma antifonal:
Hoy es Domingo de Resurrección.
El que
fue crucificado ha resucitado.
Con
gozo saldremos a dar las buenas nuevas.
Ha
resucitado el Señor, verdaderamente.
Jesús
va delante de nosotros a Galilea y allí le veremos.
Jesús
va delante de nosotros a Galilea y allí lo veremos.
Allí
nos preguntará: ¿por qué están turbados?
Allí
nos dirá: Paz a ustedes.
Allí
nos enviará la promesa del Padre y recibiremos poder cuando haya venido sobre nosotros el Espíritu Santo.
Y
seremos testigos en nuestra ciudad, en nuestra provincia, en nuestro país y hasta lo último de la tierra.
Ha resucitado el Señor verdaderamente, ¡Aleluya!
Y la bendición de San Agustín:
"Ama apasionadamente al mundo. No tiembles. No te quejes. No gimas ante Él.
Muy pocos creen en el Cristo que vive hoy. Ama al mundo. Cristo está
presente en este mundo. ¡Cristo está vivo! Toda la vida es sagrada. Ve en
paz. Ama y haz lo que quieras."Gracias a quienes compartieron en comunidad este tiempo tan importante para los cristianos y cristianas en el mundo, gracias a quienes trabajaron para que esté todo perfecto y en especial a Marcelo y Susana por tanto amor. Que Dios los y las bendiga.
Estela Andersen
No hay comentarios:
Publicar un comentario