jueves, 7 de septiembre de 2017

Juan Calvino - "Raíces de ayer, Frutos de hoy" - ponencia del pastor Guillermo Di Giovanna

Raíces de ayer…frutos de hoy.

Breve ponencia para el encuentro del Miércoles 23 de agosto de 2017 en dependencias de la Catedral Católica de la Ciudad de Bahía Blanca.
Autor: Lic. Guillermo E. Di Giovanna. Pastor de la Iglesia Evangélica Bautista Nueva Vida en Bahía Blanca.

Deseo agradecer a la Comisión de los 500 años de la Reforma por esta invitación a compartir esta breve ponencia aquí en la Catedral.

Juan Calvino.
Jean Cauvin, nació el 10 de julio de 1509 en Noyon, en la provincia francesa de Picardía, en el norte de ese país.
Su familia pertenecía a la pequeña burguesía de la ciudad. Su padre, Gerard Cauvin, se desempeñaba en cargos eclesiásticos importantes: fue escribano, agente fiscal y secretario del obispo y procurador del capítulo cardenalicio. Su madre, Jeanne Le Frank, también provenía de una familia muy religiosa.
La posición económica familiar le permite a Calvino cursar estudios superiores en París. Se licencia en leyes en febrero de 1532, y luego se doctoró en Orleans en 1533. Siempre interesado en el continuó estudio de las ciencias humanistas. Estudió hebreo, perfeccionó su conocimiento de los clásicos griegos y latinos, así como el arte de escribir y la oratoria.
En abril de 1532, publicó su primera obra, un comentario sobre el tratado de Séneca titulado De Clementia.  Allí manifiesta un conocimiento profundo de las antiguas obras paganas y de los líderes de la Iglesia primitiva.  Y exhibe un notable dominio de las técnicas humanistas y de la crítica histórica y literaria.
Al adherirse al luteranismo, Calvino debe salir de Francia y pasar por distintas ciudades donde estudia y escucha a los otros reformadores. Escribe la Institución de la Religión Cristiana, en 1536.  Es activo en tareas pastorales, y se instala definitivamente en Ginebra, 1541.
¿Cuál es el enfoque en esta sencilla ponencia?
El Humanismo Social de Calvino. Tomamos como base el librito de André Biéler de hace cinco décadas. Biéler era experto en economía, y además pastor reformado en Suiza. Luego abrevamos en el trabajo del teólogo argentino Alberto F. Roldán, que estudió y actualizó el tema recientemente.
Es un legado que en ciertos segmentos de la cristiandad se desconoce.
Hay muchas imágenes distorsionadas del “reformador”. Es un hombre del renacimiento influenciado por el humanismo. Es un humanista bíblico.
En nuestras universidades todavía se enseña el paradigma errado de la relación con Max Weber, que estudió a los puritanos del siglo XVIII en Inglaterra. Asunto que hace muchos años ha sido refutado de sus aspectos erróneos.
¿Entonces hay que revisar los aprendido? Sugerimos que es necesario.
¿Qué pretende demostrar el reformador?
El orden que viene directamente de Dios.  Su doctrina primaria es la Soberanía de Dios.
Es un propósito religioso, pero apunta a la realidad social y política.
“El pensamiento de Calvino hacia lo social y lo político puede ser definido como una ética interesada en la transformación de esas realidades para la gloria de Dios.”  A. F. Roldán
En Ginebra se instala una incipiente democracia, y se intenta dar un grado concreto de igualitarismo, sin cultivar las distinciones de clases.
Es en la base del Decálogo que se manifiesta la manera de amar a Dios y al prójimo.
Calvino reconoce los talentos especiales que Dios ha dado al ser humano para su vida en todas las esferas. Si bien tiene una visión clara del hombre afectado por el pecado, podemos ver el triunfo de la gracia en su teología, pues enfatiza la dignidad del hombre por ser creado a imagen y semejanza de Dios.
Calvino hará énfasis en el mandato cultural y la sociedad deberá ser afectada por el aspecto positivo de la antropología teológica, de dar al hombre un derrotero constructivo para su participación en la obra de Dios en el mundo.
Veamos, por ejemplo, la vida cristiana y los bienes.
Calvino tiene una postura muy equilibrada en el uso de los bienes en la vida presente.
Se trata de abolir los extremos, ni una excesiva austeridad ni la intemperancia. Pues los dones dados por Dios, han de cubrir necesidades y también, dar placer. Por lo tanto, esto dones, estas daciones de Dios al ser humano, deben atender también las necesidades del pobre. Se deduce y proyecta la premisa esencial: la comunidad toda debe recibir atención a sus necesidades.

¿Cuál es el rol de la iglesia?
Cuidar a los huérfanos, las viudas, los pobres. La iglesia es una institución terrena que tiene responsabilidad corporativa para los asuntos sociales y económicos. De allí que se desarrolle el diaconado para los asuntos sociales y económicos, contando con la ayuda de los presbíteros para atender esas necesidades.
Se manifiesta una intensa actividad en gremios, en “paritarias”. Discutiendo costos y salarios en la producción y el comercio.
En la educación, con la premisa de los reformadores de una escuela al lado de cada templo. En la fundación de la Academia de Ginebra, que es hoy la Universidad de Ginebra.  En creación de oficios y formación de trabajadores.
Con la banca, el dinero y el comercio. Dando respuestas a los problemas de los préstamos, el ahorro, el interés.
Es decir, vemos un cristianismo dinámico, que se entreteje en la red de la realidad de las personas, en sus necesidades e intereses.
Para que todo esto suceda, hay que participar de la vida civil y legislativa de la ciudad. Entonces se trabaja sobre el gobierno civil, sobre el rol de los magistrados. Calvino se ve compelido a describir la tarea del gobierno civil.
a. Es una consideración general de la Providencia de Dios para la humanidad,
b. Se da como necesidad ante diferentes grupos que rechazan subordinarse al orden que imponen las leyes.
c. Calvino une lo teológico con lo político. Puesto que el orden político es parte del orden providencial dado por Dios.
¿Tuvo resultados en su tiempo este humanismo bíblico?

Creó una teoría moderna de la resistencia a los tiranos. Caso de los Hugonotes en Francia.
Creó un nuevo hombre político, activista radical y disciplinado. El caso de los Reformados holandeses y presbiterianos escoceses y americanos. También, los Puritanos británicos y americanos a posteriori.
Aplicó la gracia en la esfera de la justicia distributiva. Alto concepto de la justicia para la vida y el orden de la sociedad.
Restauró con la Biblia esta premisa: “El estado es una institución creada y deseada por Dios”.
Calvino fue llamado el “exégeta de la reforma”, pues comentó casi toda la Biblia. Fue llamado en el siglo XX “teólogo del Espíritu Santo", por el teólogo de Princeton, B. B. Warfield.
Predicó más de 2,600 sermones. En sus 55 años de vida tuvo una producción literaria muy importante y una influencia que se reconoce hasta el presente.
“Virtualmente, todo el mundo moderno ha sido leído a partir de la clave del    calvinismo: la política liberal y la asociación voluntaria; el capitalismo y la disciplina social en la cual descansa; la burocracia con sus sistemáticos procedimientos y sus funcionarios que son supuestamente diligentes y dedicados…”  (Michael Walzer, La Revolución de los santos).

Según H. R. Niebuhr, Calvino nos ofrece una visión “transformacionista” del cristianismo para ser trabajada sobre la realidad. Tal como lo expone en su libro Cristo y la Cultura.
“Nosotros sabemos que aparte de Cristo no hay otra cosa que confusión en el mundo. Aunque Cristo ya ha comenzado a instalar el reino de Dios, su muerte fue el verdadero comienzo del orden correcto y la plena restauración del mundo” J. Calvino

Y nos presenta una ética para esa acción:
Ética teológica cristo-céntrica
Ética bíblica que posee una interpretación dinámica de la revelación en concordancia con la historia.
Método racional de análisis de los hechos socio-económicos

El filósofo reformado Alvin Platinga nos dice:
“El reino de Dios o de Cristo es cósmico en su visión y, en última instancia, invencible. Todas las cosas serán hechas nuevas. Con un celo semejante a la paradoja marxista de lo inevitable, la Iglesia sirve como testigo del nuevo orden, como agente de él y como su primer modelo o ejemplo.”  

Abordemos ahora algunas conclusiones y desafíos para nuestro contexto latinoamericano, siguiendo al teólogo argentino Alberto F. Roldán.

En primer lugar, Calvino tenía un acercamiento positivo hacia la sociedad, el Estado y la política.  Pero, al mismo tiempo, era sumamente realista.
En segundo lugar, la ética eclesiástica, social y política de Calvino indica la necesidad de descentralizar el poder.
En tercer lugar, somos desafiados a una reinterpretación de la secularización.
Hemos de pensar positivamente acerca del lugar de la iglesia en las sociedades secularizadas del siglo XXI.

En cuarto término, la historia del calvinismo en Inglaterra y luego en Sudáfrica nos enseña la necesidad de vencer las tentaciones del poder.  Debe ser resistida la intolerancia en cualquiera de sus formas.

En quinto lugar, necesitamos aceptar el desafío de la transformación de la sociedad. Los cristianos somos llamados a la transformación del mundo.


Bibliografía.
Biéler, André. El Humanismo Social de Calvino. Buenos Aires: Editorial Escaton, 1973.
Roldán, Alberto F. La ética social y política en Juan Calvino. Algunos desafíos para América Latina. Revista teología y Cultura, año 6, vol. 11 (2009). Edición Digital.
Calvino: profeta de la era industrial, de André Biéler. Revista teología y Cultura, año 13, vol. 18 (2016). Edición Digital.

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