El texto que nos convocó fue 2 Tesalonicenses 3:6-12. Como todas las veces reflexionamos en tres momentos con las preguntas: ¿qué me llama la atención?, ¿qué me dice a mí hoy? y ¿a qué me desafía y/o invita?
Las ideas principales que surgieron fue la dignidad y el valor del trabajo, la importancia de la disciplina como un valor cristiano y la ayuda desde la fe desde la reflexión y la educación o corrección en el amor.
Nos encontramos ante varios desafíos, entre ellas no desanimarnos o desbordarnos ante el trabajo, sea en las comunidades, sea en el que realizamos para nuestro sostén, pero también el tomar conciencia que cuando se trabaja unid@s, compartiendo las responsabilidades y tareas, todo es más liviano y llevadero.
Como siempre estos encuentros van acompañados por cantos que de alguna manera reflejan el clima vivido. Son espacios de mucha reflexión e introspección, una oportunidad para hacer un alto en el camino y ver dónde estamos parad@s.
¡Muchas gracias a quienes nos acompañaron en esa noche tan especial!
Estela
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