Encuentro de Mujeres en Paraguay

El 12 de Septiembre salimos rumbo a Paraguay Linda, Graciela, Nora y yo, ya que había sido invitada como tallerista del 24º Encuentro de Mujeres del Paraguay. El tema "Dios sana nuestras heridas", abordaba el tema de la violencia, centrándonos en la violencia de género intrafamiliar, más específicamente, la violencia en la pareja.

Las chicas tenían como tarea presentar una obra de teatro interactiva que nos había facilitado "El Nido", además de otros materiales que usamos para presentar la temática. Aquí las vemos estudiando mientras esperábamos el avión en Aeroparque en Buenos Aires.

El Encuentro fue el Katueté, casi frontera con Brasil. Llegamos a la nochecita del viernes 13. Hacía mucho calor y las mujeres estaban sentadas fuera del salón en ronda, charlando y tomando un poco de aire.

Las chicas de la mesa de entrada nos esperaban para inscribirnos

y teníamos también la posibilidad de comprarnos una remera con el logo del Encuentro.

Después de las palabras que dieron inicio al Encuentro, la presentación de los diferentes grupos de mujeres y los lugares de donde venían, me dieron un espacio para mostrar un poco lo que trabajaríamos el sábado de mañana. Acá estoy con la remera de "El Nido".

Realmente fue impactante no sólo toda la puesta en escena, sino la gran cantidad de mujeres reunidas.

Y en medio de todas ellas: Linda, Graciela y Nora: listas y expectantes.

Después del devocional nos sirvieron la cena: sopa de carne y verduras.

Aquí están las chicas saboreando una comida caliente después de más de 24 hs. sin una comida en serio...

La mañana siguiente nos levantamos tempranito, desayunamos y comenzaron las actividades con un devocional a cargo de las chicas de Asunción.

Y por fin, el tema. Comenzamos hablando acerca de lo más importante

y es que "de la violencia se sale".

Hablamos sobre tipos de violencia, el ciclo de la violencia, características propias del hombre violento (para adentro y para afuera) y de la mujer que sufre violencia (también para adentro y para afuera).

Pero como la idea era presentarlo de una forma dinámica, seguimos con la obra, y desde ahí, trabajar el tema y ver las preguntas e inquietudes.

Primero las chicas hicieron la obra completa, sin parar.

Luego fuimos parando y viendo si había cosas para cambiar. Vimos que la madre puede ser diferente en su actitud y ayudar a la hija.

También vimos qué es lo que tenemos que hacer en la policía en caso de vivir una situación de violencia. Pudimos ver que en Paraguay todavía hay más camino por delante que en Argentina.

Y vimos que a la hora de ir a la doctora en el hospital, también ahí las cosas pueden ser diferentes.

Una vez que trabajamos sobre la violencia de género dentro de la pareja y vimos cómo hacer para pedir ayuda, estudiamos el texto de Efesios 5:21-28. Ahí pudimos ver cómo Pablo, el apóstol, llama a los hombres a amar a sus mujeres como a sí mismos y a cuidarlas como a sus propios cuerpos.
Descubrimos que es necesario construir la pareja desde Génesis 2 en donde el hombre y la mujer fuimos creados iguales en valor y derechos, pero diferentes, para ser así complemetarios.

El amor como el origen y centro no sólo de la relación de pareja, sino como la forma en que nosotras, las mujeres, podamos luchar en contra de la violencia de género de la que somos parte también

y a la que muchas veces, sin darnos cuenta, alimentamos.

Formamos una red, simbolizando la comunicación que debe haber entre nosotras, que no permitamos nunca que nadie "corte" los hilos que nos unen.

Sólo así, y lentamente, vamos a poder ir cambiando una realidad que diariamente se lleva milles de víctimas en nuestros países y en el mundo.

Después del almuerzo, la abogada Flavia Sánchez, dio una charla acerca de los "Deberes y derechos de la Mujer". Esto fue muy interesante, ya que habló sobre la violencia y sus formas, la historia de las leyes con respecto a las mujeres y las leyes actuales en el Paraguay. Qué tiene que hacer y adonde tiene que dirigirse una mujer víctima de violencia de género en el Paraguay.

Después de la merienda hubo una tarde de juegos a cargo del Pastor Armando Weiss.

Las mujeres se divirtieron como locas y gastaron energías también.

Después de la cena otra comunidad realizó el devocional de la noche

y después tuvimos una noche cultural que comenzó con este grupo musical que nos hizo cantar algunas viejas canciones.

Se eligió a la Reina del Encuentro. Aquí las candidatas.

Y también una serie de skechts, algunos divertidos y otros con enseñanzas.

Y finalmente ¡se armó el bailongo!

Fue muy divertido y tal vez atípico para otros lugares de la IERP.

A la mañana siguiente se finalizó el Enuentro de Mujeres con un culto junto a la comunidad local.

Yo tuve a cargo el mensaje, a partir del texto de Juan 8:2-11, sobre la mujer adúltera, centrando el mensaje en la pregunta "¿dónde está el hombre?" y haciendo un llamado a nosotras como mujeres, muchas veces estigmatizadoras de otras mujeres, despreciándolas, en vez de ponernos en su piel.

La nueva Comisión de las delegadas de Mujeres del Distrito fueron instaladas por la Pastora Mariela Bohl.

Junto con la Pastora Mariela Bohl celebramos la Santa Cena

y las delegadas de la Comisión de Mujeres del Distrito Paraguay, repartieron el pan y el vino.

Finalizando el culto nos llamaron adelante y nos dieron un obsequio como agradecimiento por haberlas acompañado, lo que nos emocionó mucho.

Después del culto hubo un almuerzo comunitario: asado con ensaladas varias.

Y nosotras, ya distendidas, disfrutamos de un rico almuerzo.

Aquí está el equipo de la cocina.

Como eran muchas personas y no alcanzaba la cocina, se las arreglaron así, con la fogata.

El predio de la Iglesia en Katueté se encuentra en un hermoso bosque.

Esta es la entrada con el banner correspondiente.

El templo... muy pequeño para la ocasión.

El interior del templo.

El equipo sureño: Nora, Estela, Linda y Graciela.

María, que nos alojó durante todos los días que estuvimos en Katueté ¡un amor de persona!

El grupo: gigante...

¡Muchas gracias por la invitación a las Mujeres del Paraguay! ¡Muchas gracias a las chicas que me acompañaron! Que Dios nos bendiga en esta hermosa, pero difícil tarea de luchar con armas de amor y paz en contra de la violencia y su sistema de muerte.

Estela Andersen