Por General San Martín unas nubes negras amenazaban con que el agua seguiría cayendo y que sólo había parado por un rato.
Ya vienen casi cinco años sin cosecha, a veces logran juntar aunque sea para los gastos... otros, como el que pasó: nada. La situación es alarmante. Aunque la gente no se queja ni habla tanto de esto, está en el aire. La gente pampeana es resistente y tiene un optimismo y una esperanza pocas veces vista.
Tal vez no se note tanto en las iglesias, pero es verdad que la gente de La Pampa siembra y vuelve a sembrar con la esperanza de que la lluvia caerá y que Dios no los olvida para siempre (como dice un Salmo).
En otro momento oramos e dimos a conocer la sequía en la zona de Patagones. Ahora tenemos que recordar cada día a nuestros hermanos y hermanas de La Pampa en nuestras oraciones.
Señor, haz caer la lluvia sobre esta tierra seca que está sedienta, y bendice a tu pueblo que confía en ti con las lluvias tempranas y tardías, para que a su tiempo puedan recoger el fruto de la tierra. Por Jesucristo y en comunión con el Espíritu Santo. Amén.
Estela Andersen
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