Empezamos a las 10 hs., cuando mujeres muy animadas llegaron mujeres de diferentes lugares: Patagones, Tres Arroyos y por supuesto, Bahía Blanca.
La primera dinámica, a cargo de María Esther, fue "la pelotita preguntona". Las mujeres tenían que tirarse la pelota y responder la pregunta que le hacía la que se la tiraba... a veces la pelotita le seguía haciendo preguntas como para seguir conociéndola. Era bien curiosa y atrevida.
Igualmente todas las chicas jugaron con entusiasmo durante más de una hora.
La segunda dinámica, a cargo de Linda, era una mezcla de conocer nuestros nombres y el juego de la memoria. Primero jugamos hacia la derecha y después hacia la izquierda, agregando lo que nos teníamos que acordar de nuestras vecinas. ¡Muy divertido también!
Pero era necesario un pequeño recreo y aprovechar el hermoso sol con que Dios no bendijo en este día tan especial.
Después Linda nos guió con otro juego, que tenía que ver con la amistad que nos sostiene y nos salva en los momentos en donde pensamos que no hacemos pie.
Linda había desplegado por el piso tantas hojas como participantes. Mientras nadábamos en el mar al son de la música, ella iba retirando los papeles.
Así es que cada vez más nos vimos forzadas a compartir las hojitas, hasta que finalmente terminamos todas abrazadas, conteniéndonos y cuidando que ninguna se ahogue en la profundidad del mar.
Habíamos gastado muchas energías, por eso fue bueno que llegara el almuerzo.
Un equipo de jóvenes nos deleitó con una comida sana y nutritiva: arroz con porotos, con pollo al horno, ensaladas variadas y tortilla de espinaca.
Linda trajo uno de sus postres "light" que fue la alegría de todas las golosas.
Con las pancitas llenas, las chicas se sentaron al sol primaveral, pero por poco tiempo...
Adentro Estela estaba preparando la mesa para una actividad muy especial.
Las chicas de Bahía Blanca habían confeccionado unas prácticas bolsas de tela, pero ahora cada una debía poner de sus habilidades y creatividad para personalizarlas.
Una vez terminadas y secas, cada una debía de regalársela a alguna de las otras chicas... pero eso fue después, justo antes de la merienda.
¡Y llegaron los estudios bíblicos!
Estela las dividió en tres grupos:
Eli, Mercedes, Mónica y Laura reflexionaron sobre el texto de Lucas 1:39-45 y vieron la amistad de María e Isabel.
Mónica, Nora, Mabel y María Esther reflexionaron sobre el texto de Lucas 24:1-11 y vieron la amistad de María Magdalena, Juana, María la de Santiago y las demás discípulas de Jesús que fueron al sepulcro y encontraron vacío, comprendiendo que Jesús había cumplido su promesa de Resurrección.
Lidia, Mirta, Sandra, Linda y Marcia, reflexionaron sobre el texto de Rut 1:15-19a y vieron la amistad de Noemí y Rut, que en medio del dolor y la indigencia pudieron sostenerse mutuamente.
En plenario cada grupo compartió lo charlado y los desafíos que presentaban los textos. Hablaron acerca de la amistad y en qué momentos se afianza.
Después hicimos el intercambio de bolsas de tela decoradas por nosotras y después tomamos la merienda.
Ya al final de la jornada, terminamos con un devocional. Felices por el día vivido, por haber conocido personas nuevas y con una pequeña tristeza, porque en el fondo, no deseábamos separarnos... queríamos seguir sentadas alrededor del fuego...
El domingo comenzó con ganas. Teníamos el culto de las Mujeres por delante y eso nos llenaba de expectativas.
Todo estaba listo, las sillas en círculo y la mesa con la carpetita tejida por Adriana, una de las mujeres de Lifira, que nos acompañó todo el encuentro, unas velas y por supuesto, la Biblia.
Mabel, Sandra y Cielo entraron bailando con la cruz y muchas flores, al ritmo de la canción de Marcela Morelo, "Tienes una amiga"...
lo dejaron todo en el altar y después nos dieron las palabras de bienvenida.
Linda, junto con el texto de Éxodo 15:22-27, nos habló de la sed, no de aquella que se sacia con el agua, sino la que se sacia con la justicia y el amor de Dios.
Nora entró con panes, junto al texto de Éxodo 16:1-4a.14.15.31, en donde Dios le da el maná a su pueblo para que puedan sobrevivir en el desierto, compartió su hambre por un mundo sin trata de personas, sin prostitución ni esclavitud.
El mensaje, inspirado en Juan 4:13-14; 7:37b-38; 6:48-51; 10:10, nos hizo reflexionar acerca de la amistad como un regalo de Dios que debe traspasar las fronteras de la relación para mejorar el entorno en que esas personas, bendecidas por Dios, se mueven.
También compartimos un videíto en donde pudimos ver las diferentes actividades que tuvimos desde el año pasado.
Una vez finalizada la celebración, compartimos un almuerzo comunitario, nuevamente elaborado por los mismos jóvenes del día anterior. Esta vez fueron tartas y ensaladas variadas.
Estuvimos tan atareadas, que a pesar de nuestra buena intención, no nos sacamos la foto grupal. Pero igualmente pudimos armar este ensamble que no quedó tan mal:
Arriba: Mónica, Mercedes, Eli y Laura.
Medio: Nora, María Esther, Estela y Mónica.
Abajo: Mabel, Lidia, Marcia, Linda, Mirta y Sandra.
¡Muchas gracias chicas por estos hermosos días, sin ustedes nada hubiera sido posible! ¡Muchas gracias a todas las personas que estuvieron trabajando entre bambalinas para que todo saliera perfecto! ¡Gracias, Señor, por las bendiciones derramadas sobre tod@s nosotr@s en estos dos días maravillosos!
Estela Andersen
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