viernes, 31 de diciembre de 2021

Oración para un nuevo año

 


Para que tu amor nos guíe durante el año que se inicia con mano protectora, te lo pedimos: escúchanos, Señor. 

Para que los obstáculos y dificultades no sean motivo para perder la esperanza, te lo pedimos: escúchanos, Señor. 

Para que los acontecimientos sean signos de tu presencia liberadora, te lo pedimos: escúchanos, Señor. 

Para que crezcamos en la fe, alimentándonos con tu palabra y con el testimonio de nuestros hermanos, te lo pedimos: escúchanos, Señor. 

Para que este año nuevo sea para todos fuente de paz, esperanza, justicia y amor, te lo pedimos: escúchanos, Señor.

Para que los pueblos de la tierra encuentren el camino de la libertad, de la paz y el entendimiento, te lo pedimos: escúchanos, Señor. 

Para que el Señor guíe y fortalezca a quienes tienen la difícil misión de guiar al pueblo, te lo pedimos: escúchanos, Señor. 

¡Nada podrá separarnos del amor de Dios!

 “¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!” Romanos 8,39

Qué magnifica sentencia ésta la del apóstol: ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! Esta es la máxima afirmación de un hecho que necesitamos saber y con el que debemos contar.  Maravillosa verdad para quienes aman a Dios.  Quizás el mayor ejemplo de esto se encuentra en la vida de Cristo mismo.  Él fue negado, traicionado, acusado falsamente, juzgado maliciosamente, siendo inocente lo encontraron culpable, fue azotado, golpeado, le escupieron, se burlaron de Él y finalmente fue crucificado.  Uno bien podría preguntarse entonces: ¿Podría resultar algo bueno de todo esto?  Ciertamente que sí, tuvo por resultado el mayor de todos los bienes, la salvación del ser humano.  He aquí nuestro asidero.  Nuestra fortaleza ante la dificultad, frente a las preocupaciones de la vida.  Dios tiene un plan para nosotros, y ese plan será cumplimentado; no por nosotros, sino por el poder de Dios manifestado en medio nuestro.  Que maravilloso su poder que se manifiesta en medio de nuestra debilidad, de nuestra fragilidad, que trae respuestas a nuestras tantas preguntas.  Que maravilloso su amor que intercede por nosotros, fortalece nuestra oración, acude a consolarnos en nuestra angustia, en nuestro dolor.  Que maravilloso creer en un Dios que conoce la intimidad de nuestras vidas desde el principio mismo de la creación.  Que se hace presente en la situación de vida de cada uno y cada una, predestinándonos a ser testigos de su reino; llamándonos a ser su pueblo santo; justificado y glorificado mediante el poder de la cruz de Jesucristo.  Quiera Dios fortificar nuestros ruegos al momento de la dificultad; quiera el poder de Dios mantenernos bajo su manto, guiados por su Santo Espíritu.  Nos tome entre sus manos y haga con nosotros conforme al plan de salvación que nos tenía destinado.  Que podamos ser testigos de su reino para que todos los hombres y las mujeres conozcan el mensaje de salvación y vengan al conocimiento de la verdad mediante nuestro testimonio.  Amén. 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

¡Gloria a Dios en las alturas!

"Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo. Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón. Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dijo: No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo. En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:  ¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!" Lucas 2,1-14…

Si prestamos atención al texto del Evangelio, vemos que a Jesús no se lo describe, no se lo nombra, en cambio se nos presenta a José y a María, ella embarazada, en camino a Belén, el nacimiento de su hijo a quien acostó en un pesebre. Y en un segundo momento habla de los pastores…En verdad, fue muy difícil la situación de María, ello nos enseña que aun haciendo la voluntad de Dios no tenemos la garantía de llevar una vida cómoda, se nos muestra que aún lo incómodo tiene significado en el plan de Dios. Jesús nació en un establo, los establos eran cuevas con depósitos cavados en las paredes rocosas, llamados pesebres, donde se daba de comer a los animales, allí yace Jesús, los alrededores eran oscuros y sucios, diferente a lo que presentan las tarjetas navideñas. Esa no era la atmósfera que los judíos esperaban para el nacimiento del Mesías…y sin embargo, todos se mueven y hablan a su alrededor. Él está en el centro, todo viene de Él y va hacia Él, silencioso pero capaz de dar significado a todo lo que ocurre a su alrededor y atrayendo hacia Él, en esa simplicidad, humildad y pobreza a todo el mundo. Esta es la buena noticia que volvemos a escuchar y anunciar, Jesús está aquí, en esta celebración, en medio de nosotros…no puede estar lejos de nosotros sino dentro de cada situación de nuestra vida. El niñito Jesús que podría parecer algo marginal entre los grandes acontecimientos del mundo, es signo de que con Él, en Él, todo lo pequeño en el mundo, lo débil, lo marginado, lo discriminado…está en el centro. También nosotros estamos llamados a estar como los personajes del pesebre, alrededor del Señor para honrarlo, adorarlo, abrigarlo, a semejanza de María y de los pastores que se acercan para saludarlo…estamos invitados a dejarnos atraer por Él. Estamos llamados por Jesús a tener una nueva mirada, que se sobrepase todas las preocupaciones y ansiedades de tantas cosas inútiles y pasajeras, descubriendo que Jesús quiere vivir junto a nosotros, en nuestro corazón, que viene a dar el verdadero sentido a nuestras vidas. No importa la situación que estemos atravesando Jesús nos ofrece corazones nuevos y sigue abriendo el camino hacia Dios. Qué bueno sería entonces caminar con María y José, con los pastores al encuentro de Jesús, caminar y salirle al encuentro, donde Él viene para ser el centro de nuestras vidas, él quiere iluminarnos con su luz resplandeciente, quiere traernos la paz, esa paz que sobrepasa todo entendimiento, él quiere dar un nuevo sentido a nuestras vidas, él quiere darle sentido a cada uno de tus pasos, el viene para sostenerte en tus luchas y consolarte en el dolor… Es Navidad no porque todo esté bien, es Navidad porque Jesús viene y quiere ser el centro de tu vida, el de tu familia…y sobretodo quiere descansar en ese humilde pesebre…sí, quiere encontrar ese humilde pesebre en tu corazón…si lo encuentra será navidad… Que tengas una feliz navidad…