viernes, 26 de diciembre de 2014

No basta sólo una mano... Patagones, un ejemplo de comunidad que trabaja

Cuando llegamos a la Congregación, a comienzos del 2008, la comunidad de Patagones estaba pasando por uno de sus peores momentos: el cargo pastoral había quedado en suspenso después de 20 años de tener un/a Pastor/a viviendo en la ciudad y entraba en un tiempo de sequía terrible.
En el verano de 2009, el paredón que dividía el terreno de la iglesia con el de atrás, cayó. Y ahí quedó caído... por un par de años.
Hace unos tres años entraron en el templo y entre otras cosas, se robaron el inodoro y la pileta del baño... Ése fue el elemento más importante para que la comunidad despertara al fin.
Comenzaron poniendo el inodoro, claro, luego las rejas en las ventanas, y eso los estimuló para revocar la iglesia por afuera, lijar y pintar las persianas, y pintar dentro del templo.
Con mucho esfuerzo hicieron las rejas, las pintaron y las instalaron.
Pero fueron por más: colocaron pisos en la cocina,
 el baño,
 y el pasillo, revocando también las paredes.
 En el patio plantaron varios arbolitos frutales.
 
Y la cosa sigue: hay planes de pintar la iglesia por fuera y seguir acomodando las cosas por dentro. También sería bueno poner una linda cartelera adelante para que la gente que pasa sepa de las actividades que realizamos y las novedades de nuestra Iglesia.
Cuando miro para atrás y veo los logros, me provoca mucha alegría ver todo ese entusiasmo. Pero más interesante es pensar que el entusiasmo nació en medio de una gran sequía y de un robo de lo poco que tenían.
Una vez más podemos ver cómo Dios fortalece en la debilidad y puede dar vida a lo que para otros son un montón de huesos secos.
¡Que Dios bendiga y siga acompañando a esta hermosa comunidad!

Estela Andersen

No hay comentarios:

Publicar un comentario