martes, 2 de diciembre de 2014

Celebrando la Amistad en las Comunidades

Comunidad de Coronel Suárez
Como todos los años, durante el mes de Noviembre, celebramos cultos especiales en todas las comunidades.
Comunidad de Bahía Blanca
Este año celebramos la Amistad y reflexionamos cómo ser comunidades desde la amistad que nos une en Cristo.
Comunidad de Alpachiri
Comunidad de General San Martín
Comunidad de Carmen de Patagones
Comunidad de Villalonga
Comenzamos la celebración con el video de Michael Jackson, "Heal the word" (Sana/Cura el mundo)
Soñamos con cultivar comunidades de ternura, reflexión, integridad, acción afectuosa. 
No nos corresponde crearlas.
Ya están allí, en todos nuestros países.
Pequeñas comunidades de gente olvidada, capaz de perdonar.
Comunidades abiertas, profundamente ecuménicas, liberadas de la necesidad de atribuirse el monopolio de la verdad.
Comunidades proféticas, que trabajan por terminar con la exclusión.
Comunidades que celebran la presencia del Creador en todas las expresiones creativas del espíritu humano.
Comunidades que encuentran en Jesús de Nazaret, su vida, su muerte, su resurrección, un misterio de amor que nos impulsa a servir al prójimo. (Dennis Smith, Guatemala)
Comunidad de Bahía Blanca
Después, cuatro personas leyeron unas porciones de Salmos desde donde estaban sentadas, en diferentes lugares, como un símbolo de que cada uno de nosotr@s llegamos de diferentes lugares y hogares, pero nos unimos en comunidad.
Comunidad de Alpachiri
En una mesa se encontraban ingredientes variados
Comunidad de Coronel Suárez
y cada persona que iba llegando recibía un vasito de harina de trigo.
Comunidad de Bahía Blanca
Reflexionamos acerca de cuánto se puede hacer con esa cantidad de harina.
Comunidad de Alpachiri
  Luego se los y las invitó a que se acercaran con su vasito de harina para ver si uniendo los "poquitos" podíamos hacer más.
Comunidad de General San Martín
Comunidad de Carmen de Patagones
Comunidad de Villalonga
Comunidad de General San Martín
Y así vimos que junt@s logramos una cantidad suficiente como para elaborar un pan. Pero a la vez vimos que necesitábamos de más que harina para formar la masa.
Comunidad de Carmen de Patagones
Así le agregamos levadura, sal, aceite,
Comunidad de General San Martín
y agua.
Comunidad de Bahía Blanca
 Mientras la Pastora amasaba los ingredientes hablamos acerca de los valores de cada ingrediente y cómo es necesario respetar las cantidades.
Comunidad de Coronel Suárez
Comunidad de Alpachiri
Nos comparamos a nosotr@s mis@s con la harina: cada un@ llega con lo poco o lo mucho que puede aportar.
La levadura, es la Palabra de Dios compartida en Comunidad.
Comunidad de Alpachiri
La sal es la alegría y las ganas que le ponemos, dándole sabor y color a la tarea dentro de la comunidad.
El aceite es el amor, que lubrica todo y lima toda aspereza.
Comunidad de Villalonga
Y el agua es la acción de Dios que le da la humedad que la masa necesita para formarse tierna y homogénea, creciendo con alegría. Dios decide los tiempos en que esto sucede, nosotr@s debemos poner de nosotr@s mism@s y reunirnos bajo la Palabra.
Comunidad de Bahía Blanca
Comunidad de Bahía Blanca
Comunidad de Coronel Suárez
Comunidad de Alpachiri
Comunidad de General San Martín
Y es así que la comunidad se reúne, se congrega, tiene vida y crece.
Comunidad de Carmen de Patagones
La ofrenda estuvo destinada, como todos los años, a nuestro Hogar de Estudiantes Universitarios "La Casa de Lidia"
Comunidad de Bahía Blanca
 En esra fecha siempre celebramos en culto en Bahía Blanca en el Hogar. La Fundación Protestante Hora de Obrar, en el Sínodo, nos regaló un arbolito, que lo destinamos al Hogar
Comunidad de Bahía Blanca
 y un reloj, para la comunidad de Bahía Blanca, en Castelar 2257.
Comunidad de Bahía Blanca
Compartimos un Padrenuestro un poco diferente, que nos desafía vivir el compromiso con Cristo a través de las personas que nos rodean:

Materno Padre nuestro que estás en los cielos, y aquí, en la tierra, junto a las personas; que compartes sus luchas y sus sufrimientos, sus risas y sus llantos, sus logros y sus fracasos, sus descansos y sus fatigas.
Santificado sea tu nombre a través de nuestro cotidiano compromiso para con tu reino, aquel que te pedimos que venga hoy a nosotros.
Que se manifieste en nuestro mundo a través de la dignificación de cada hombre, de cada mujer y de cada niño.
Hágase tu voluntad de paz y de justicia, de libertad para todos y todas sin distinciones, de verdad y de amor solidario, de fraternidad y de comunión, aquí en la tierra, como en el cielo.
Permite a cada persona ganarse con su propio trabajo, sin necesidad de mendigar, su pan cotidiano.
Que no falte hoy ni nunca en ninguna mesa, para que no mueran ya niños de barrigas hinchadas de hambre y miseria, mientras otros pasean sin escrúpulos su opulencia.
Renueva el milagro, buen Dios, de aquellos panes y peces compartidos, con el que todos, por igual, se saciaron.
Perdónanos nuestras deudas, aquellas que otros cargaron sobre nuestras espaldas.
Ya no soportamos su peso.
Y perdónanos también las nuestras, las de la mezquindad y el egoísmo, las del silencio y la inmovilidad, las de la falta de gestos concretos de caridad.
Perdona la hipocresía de un cristianismo declamado, de dogmas y credos, que no se traduce en nuestra cotidianeidad.
Perdónanos todas las veces que tomamos en vano tu nombre para tapar nuestras cobardías.
Danos el valor de ir contra lo inhumano y lo indigno, para luchar contra la muerte que nos rodea, sembrando a cada paso semillas de vida y esperanza.
Enséñanos también a perdonar a nuestros semejantes, para que el perdón y el amor puedan transformar vidas y volvamos todos a ser hermanos y hermanas, compañeros y compañeras de ruta en el gran camino de la vida.
No nos dejes caer en la tentación de acomodarnos a situaciones de muerte.
Danos, más bien, la fuerza necesaria para luchar por la vida, sembrando esperanza y celebrando nuestra fe en comunidad.
Mueve en nosotros el amor al prójimo.
Porque sólo amando a quienes tenemos cerca te estaremos amando a ti.
Abre nuestros ojos para que vean el sufrimiento y nuestros oídos para que oigan los gritos de la humanidad que gime.
Danos corazones compasivos y manos solidarias.
Recrea en nosotros la sensibilidad.
Líbranos del mal de las excusas fáciles y baratas que pretenden justificar nuestras vidas sin sobresaltos porque somos incapaces de jugarnos por tu reino.
Líbranos de los prejuicios y de la discriminación, de la pretensión de creernos mejores que otros.
Líbranos del mal salario, de la mala educación, de la mala atención sanitaria, de los malos servicios, de los malos gobernantes, de la mala gente.
Líbranos del pecado del mal vivir.
Que tú quieres vida para tus hijos e hijas y la quieres en sobreabundancia.
Porque tuyo es el reino de amor, el poder que todo lo transforma y la gloria de tu gracia compartida. Que así sea.
Comunidad de Alpachiri
En algunas comunidades, mientras transcurría el culto, el pan se fue horneando y antes de irse, la gente se pudo llevar el pan "calentito".
Comunidad de Alpachiri
¡Muchas gracias a toda la gente que se hizo el tiempo para compartir en comunidad! ¡Muchas gracias, también, por sus ofrendas para nuestro querido Hogar!

Estela Andersen

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