martes, 8 de mayo de 2012

Mesa de Diálogo Judeocristiano

 El domingo 6 de Mayo, por la invitación del jazán Juan Malat, nos reunimos en una Mesa de Diálogo Judeocristiano, en torno a la temática de "Los 10 Mandamientos".
 Era una auditorio abierto, y para sorpresa de los organizadores, había tanta gente que tuvieron que añadir unas cuantas sillas más. El ambiente que reinaba era de expectativa y alegría de encuentro.
 El primer panelista fue el padre Miguel Angel Mellado, de la Iglesia Católica Romana, quien nos habló acerca de los 10 Mandamientos como un regalo de Dios para una convivencia en paz.
 La segunda panelista fue la pastora Estela Andersen, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y Coordinadora del Grupo Ecuménico. Ella habló de los 10 Mandamientos desde el Catecismo Menor" de Martín Lutero, y a través de diferentes colores distinguió entre los mandamientos que tienen que ver con nuestra relación con Dios, los que tienen que ver con nuestra relación con los demás y una convivencia en paz (incluso como leyes implícitas y explícitas dentro de los códigos legales en todas las civilizaciones), y finalmente, los mandamientos que tienen que ver con nuestra relación con nosotros mismos, en nuestro interior (como la envidia otros malos pensamientos), que a su vez nos vuelven al 1º mandamiento, nos vuelven a Dios y a asumir que sólo a través de El y nuestra fe en El, es posible vivir los mandamientos y mejorarnos cada día.
 El tercero fue el pastor Darío Michelín Salomón, de la Iglesia Evangélica Valdense, quien después de contar la historia de su iglesia, habló acerca de los mandamientos más allá de la Ley, en el camino de la convicción y el amor.
 El cuarto y último panelista, el jazán Juan Malat, habló de los Mandamientos como el centro de la fe judía, como prueba de esto dijo que de los 10 Mandamientos surgen 365 preceptos, lo que nos deja claro que es algo para vivir diariamente. Instó a los presentes a vivir los mandamientos, no como un cumplimiento de la Ley, sino como un estilo de vida.
 Cada una de las exposiciones se complementaron y reforzaron entre sí, dejando clara la idea de lo importante que es para la vida de ambas religiones el vivir los mandamientos como parte de la esencial de la fe.
Se abrió la palabra al auditorio, de donde no surgieron preguntas, sino reflexiones que enriquecieron la temática. Lo que nos hizo sentir absolutamente hermanados.
Esta hermosa y enriquecedora jornada solamente nos hizo a tod@s desear una segunda vez, lo que quedamos de acuerdo que era muy posible. Ya veremos la temática y la fecha.
¡Gracias a tod@s los que nos acompañaron en este desafío! ¡Que Dios los y las bendiga!

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