El martes 29 de Mayo, a las 20 hs., en la Iglesia de San Pantaleón, en Charcas 1239, Bahía Blanca, el Grupo Ecuménico junto a la comunidad local, celebramos la Semana de la Oración por la Unidad de los Cristianos, bajo el lema: "Todos seremos transformados por la victoria de nuestro Señor Jesucristo" Cor.15:51-58.
El país que elaboró el programa de este año fue Polonia.
Laura, coordinadora del Grupo Ecuménico junto a Annel, una de las hermanas de la comunidad, nos dieron la bienvenida.Después Linda, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, nos acompañó con la invocación.
Dora, de la Iglesia Evangélica Valdense, estuvo a cargo de la confesión de pecados, en donde todos respondimos con una letanía cantada.
Graciela, de la Iglesia Evangélica Valdense, estuvo a cargo del mensaje inspirado en Habacuc 3:17-19, en donde nos llamó a no desesperar con las palabras del profeta:
"Aunque todavía no florece la higuera.
ni hay uvas en los viñedos,
no tampoco aceitunas en los olivos,
ni los campos han rendido sus cosechas;
aunque no hay ovejas en los rediles
ni vacas en los corrales,
yo me alegro por ti, Señor;
¡me regocijo en ti, Dios de mi salvación!
Tú, Señor, eres mi Dios y fortaleza.
Tú, Señor, me das pies ligeros, como de cierva,
y me haces andas en mis alturas."
El segundo mensaje estuvo a cargo de Daniel, de la Iglesia Bautista "Buen Pastor", con el texto de 1 Corintios 15:51-58. Nos habló de nuestro temor al sufrimiento y la muerte y la victoria en Cristo, la cual comparte con todos aquellos que tienen fe en El.
El padre Miguel, de la Iglesia Católico Ronama, estuvo a cargo del tercer y último mensaje, con el texto del evangelio según Juan 12: 23-26, recordándonos que para dar fruto es necesario morir, así como la semilla, así como Cristo. Sólo a través de la entrega total de nosotros mismos, podremos ser transformados en Cristo.
Toda la comunidad presente estuvo atenta a los mensajes y participando activamente del canto y toda la celebración.
Los músicos pusieron todos sus dones para que los cantos salieran hermosos.
Aníbal, pastor de la Iglesia Metodista, nos guió en el Credo Niceno-Constantinopolitano:
Creo en un solo
Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible
y lo invisible.
Creo en un
solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
María, la Virgen, y se hizo hombre; y
por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue
sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y
está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a
vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.Creo en la Iglesia, que es una, santa, universal y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gabriela, de la Iglesia Católico Romana, nos guió en la oración por la unidad y la transformación, en donde a cada intensión todos respondíamos: "Transfórmanos por tu gracia".
Después todos cantamos el "Padrenuestro".
Darío, pastor de la Iglesia Evangélica Valdense, explicó el significado de los panes, oplatki.En Polonia hay una costumbre particular de compartir un trozo de pan ácimo, el “opłatek”, en iglesias y casas en Navidad. Cada persona recibe el “oplatek”. La gente inmediatamente lo comparte rompiendo un trozo del pan de otra persona y comiéndolo.
De este modo transmiten sus mejores
deseos mutuamente. Este intercambio del “oplatek” expresa la unidad, el amor y
el perdón. Los invitamos a hacer lo mismo como un signo de paz y unidad.
Después de esto, mientras que cantábamos "La paz del Señor", compartimos los panes entre todos. Fue un momento de mucha alegría y comunión.Nancy, de la Iglesia Metodista, nos guió en la oración de compromiso, en donde a cada intensión respondimos: "¡Envíanos y juntos iremos!".
La bendición estuvo a cargo de todos los líderes religiosos que se encontraban en la celebración:
"Que el Señor los bendiga y los guarde. Haga brillar sobre ustedes su rostro y les conceda su gracia. Vuelva su mirada sobre ustedes y les de la paz. Amén."
La hermana Annel, anunció el destino de la ofrenda: talleres de oficios de la parroquia organizado por Cáritas.
Los pequeños fueron los encargados de levantar la ofrenda.
El monto recaudado fue de $244,85, agradecemos a todos los que pusieron su granito de arena para esta obra tan importante.
Los pequeños compartieron el pan, una vez levantada la ofrenda, a la forma polaca, deseándose mutuamente la paz.
¡Gracias a todas las personas que hicieron posible que esta celebración se realizara!
¡Que Dios nos transforme verdaderamente para dar testimonio de Cristo! ¡La paz sea con todos ustedes, que Dios los y las bendiga!
Estela Andersen
coordinadora del Grupo Ecuménico
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