jueves, 29 de marzo de 2012

Carta de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile (IELCH)

Que el Señor le tenga en su Gloria.

La iglesia Evangélica Luterana en Chile viene a expresar su dolor por el cobarde asesinato de Daniel Zamudio; la mano de Caín que se alza contra el hermano, sigue actuando en la humanidad. En la mano de sus asesinos de la sociedad que discrimina, elimina, invisilibiliza, destruye con violencia física, ideológica, política y religiosa con la pretensión hegemónica y totalitaria, de quienes se ponen por encima de la humanidad.

Nuestro dolor se une al de su familia, de sus amistades, al de todas y todos los que sufren la exclusión, la discriminación, la intolerancia y el odio; esperando que su sacrificio no será en vano. También al de todos los Danieles y Danielas. Daniel somos todos, hoy le golpearon y nos golpean a todos, mañana estaremos a merced del fanatismo y la cultura de Caín.

No debemos engañarnos arrinconando la culpa en dos o tres ocasionales torturadores, porque el sadismo de nuestra cultura, que hace del vejamen, una práctica diaria de la vida en sociedad, es más sutil y peligroso. Hasta con la Biblia algunos golpean a quienes son y viven diferente, tenemos internalizados los valores deshumanizantes.

Instamos a los poderes del Estado a aprobar los instrumentos que detengan esta barbarie, por una Ley que establezca, además del castigo, políticas de Estado en todos los ámbitos y que promueva los derechos humanos, el valor y la dignidad de todos y de todas; que la aceptación de la diversidad atraviese los diseños curriculares de todo el sistema educativo; y se sancione la justificación del odio y la intolerancia en cualquier ámbito. Pedimos y exigimos con suma urgencia las leyes en proceso. Y que el peso de ley sea un disuasivo para quienes no quieren escuchar.

“Hermanos míos fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” Efesios 6,10

Pastor Luis J. Alvarez
Presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile

IELCH

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