Otro de los temas que queríamos solucionar en el templo de Bahía Blanca, es que es muy difícil calefaccionarlo. Así fue que surgió la idea de hacer un telón para separar el templo del anexo del costado.
Linda y Nora aceptaron de buen grado poner las máquinas a punto y venirse una tarde a "pedalear".Después pasamos a un trabajo más artesanal, en la colocación de las argollas de madera.
¡Trabajo terminado!
Y aquí están en todo su esplendor.
También faltaba colocar el inodoro, quedó muy bonito y práctico.
Y ya está en pleno uso.
Pero vamos por más, todavía hay varias cositas más por resolver antes de la gran pintada.
Agradecemos a todos y todas que se han acoplado en esta tarea de mejorar nuestras instalaciones. ¡Que Dios los y las bendiga!
Estela Andersen
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