Pasadas las 19 hs., llegaron Matías y Leila junto a sus padres, familiares y gente de la comunidad que tenía el deseo de acompañarlos en esa ocasión tan importante.
Después de presentarlos, los chicos compartieron con la comunidad una buena parte de lo aprendido durante casi un año de trabajo. En el altar estaban las dos banderas que Matías y Leila, junto a otros chicos de la Congregación pintaron en los dos campamentos que compartieron.
Después de pasar por todo el programa hablando acerca de nuestra Iglesia Evangélica del Río de la Plata, su historia, teología, fundamentos y características en general, la pastora hizo la pregunta de rigor: "¿Consideran que estos chicos están en condiciones de ser confirmados?". A lo que la comunidad respondió que sí y luego fueron aplaudidos fuertemente.
Finalizamos con un Padrenuestro, todos tomados de las manos, orando por los chicos y sus familias.
A la mañana del domingo, todo estaba radiante e impecable. A las 10 hs. comenzaría el culto y todo tenía que estar en condiciones.
La gente estaba expectante, era un día especial.
Leila junto a sus padres y padrinos.
Y Matías, junto a sus padres.
Esta vez, muy serios, ya que lo que estaban por hacer era muy importante: un compromiso con Dios, de seguir a Cristo, ser uno más de sus discípulos.
Pasaron al frente y cuando la pastora les preguntó: "¿Se comprometen a permanecer en la fe; a contribuir con la iglesia mediante sus oraciones, dones y bienes de manera que la iglesia de Jesucristo sea parte integral de sus vidas? Si es así respondan: ¡Sí con la ayuda de Dios!", respondieron fuerte y decididamente: "¡Sí con la ayuda de Dios!"
¡Gracias, chicos, por su energía y frescura! Que Dios los bendiga.
Que la comunidad de Alpachiri siempre los cobije. Que la Iglesia Evangélica sea siempre su casa, no importa en qué lugar les toque vivir. No se olviden nunca de lo que vivieron y aprendieron durante este año y que sigan explorando en la Palabra de Dios.
Pasaron al frente y cuando la pastora les preguntó: "¿Se comprometen a permanecer en la fe; a contribuir con la iglesia mediante sus oraciones, dones y bienes de manera que la iglesia de Jesucristo sea parte integral de sus vidas? Si es así respondan: ¡Sí con la ayuda de Dios!", respondieron fuerte y decididamente: "¡Sí con la ayuda de Dios!"
¡Gracias, chicos, por su energía y frescura! Que Dios los bendiga.
Que la comunidad de Alpachiri siempre los cobije. Que la Iglesia Evangélica sea siempre su casa, no importa en qué lugar les toque vivir. No se olviden nunca de lo que vivieron y aprendieron durante este año y que sigan explorando en la Palabra de Dios.
Estela Andersen
No hay comentarios:
Publicar un comentario