Comenzaron a las 9 de la mañana, limpiaron las paredes y después las pintaron.
Las mujeres se ocuparon de pintar las persianas, previa lijada.
Por supuesto hubo una pausa para almorzar y descansar un rato.
Las chicas también pintaron todas las aberturas.
Finalizaron ya caído el sol, a las 19 hs.
"Lucho fue el Director de Pintura - dice María Esther Norval - trabajamos con alegría y terminamos recansados, pero felices, ¡el templo quedó muy lindo! Gracias a todos!"
Dios bendice cuando las manos se unen para trabajar y servir. ¡Gracias, Señor, porque a través de tu Espíritu estás movilizando a esta hermosa comunidad!
Estela
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