

La consigna del encuentro era: "Mujer, venite con la cabeza arreglada por fuera, que nosotras te la arreglamos por dentro". Así que, la que no venía con su cabeza arreglada... ¡se la arreglamos!
Acá va un claro ejemplo de lo que Paula le hizo a la cabeza de Valeria:

Paula estuvo encargada de la primera parte del encuentro en donde tuvimos varias dinámicas para conocernos un poco más.
Primero bailamos...




Pero tanta acción nos dio mucha hambre, por lo que disfrutamos y devoramos el almuerzo.
Linda y Eli nos sorprendieron trayendo postre, ¡mmmmm! ¡qué rico!
Bueno... terminó el descanso, ahora, ¡a trabajar!
Linda nos dio la bienvenida y nos dirigió algunas palabras como inicio del trabajo "en serio".


Linda nos dio la bienvenida y nos dirigió algunas palabras como inicio del trabajo "en serio".
Valeria nos hizo cantar... y no fue fácil... sobre todo para los oidos. La dinámica buscaba que descubriéramos cómo el lenguaje nos invita a jugar y re-crear según las épocas, las modas, los grupos a los que pertenecemos, etc.
Pero... todo lo bueno se acaba: ¡tuvo que aparecer Estela para hacernos trabajar y estrujar nuestros cerebros!
El arreglo de la cabeza en los tiempos de Pablo era mucho más significativo que hoy día, por eso, para poder comprenderlo mejor, tuvimos un desfile de peinados: aquí tenemos a las modelos, luciéndose:

Nos leyó el pasaje de la Primera Carta de Corintios, en el capítulo 11, versículos del 2 al 16: las recomendaciones de Pablo a quienes lideraban aquella comunidad, pero con palabras muy duras.

Aquí hay un grupo trabajando, y Estela, por supuesto, metiendo su nariz.
Aquí tenemos al grupo a pleno. Desde la fila de arriba hasta la de abajo, de izquierda a derecha, son:
El sábado finalizamos con un devocional a cargo de Linda, que nos exhortaba a hacernos cargo de nuestras responsabilidades como mujeres dueñas de nuestras cabezas.

Alicia, Corry, Paula, Valeria y Adela
Krina, Nelly, Dora, Sandra, Elsa, Aydé y Eli
María Esther, Carolina, Jonás, Estela, Benjamín, Carla y Linda

Queremos agradecerles a Walter, Walter y Mateus que estuvieron entre bambalinas, ayudándonos con toda la logística. ¡Gracias chicos!
¡Esperamos sus aportes, chicas!
Estela y Paula
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