jueves, 29 de septiembre de 2016

Disertaciones de la Mesa de Diálogo Judeo-Cristiano - "Justicia y Paz se besan" - Mes de la Biblia

El 28 de Septiembre, la Confraternidad Judeo-Cristiana junto al Grupo Ecuménico de Bahia Blanca realizó una Mesa de Diálogo Judeo-Cristiana bajo el lema "Justicia y Paz se besan", inspirado en el Salmo 85, en el salón de la Catedral de Bahía Blanca.
Estas son las dos disertaciones que se hicieron esa noche:
Darío Dresner, de la Comunidad Judía:

"Buenas noches

Cuando hace algunos meses, los coordinadores de la Confraternidad Judeo Cristiana de nuestra ciudad, me propusieron para compartir estos pensamientos con ustedes, me sentí muy halagado, tratándose de que debo representar a mi comunidad, en este templo tan emblemático como es la Catedral Nuestra Señora de la Merced, ícono de Bahía Blanca.
Por lo tanto, quiero agradecer a todos los miembros de la Confraternidad, especialmente a Estela, a Laura y a Gabriel.
El frase lema que convoca todas las actividades llevadas a cabo durante este mes de la biblia es “Bondad y verdad se han dado cita. Justicia y Paz se besan” del Salmo 85:11.
¿Cómo pensar en una sociedad próspera sin estos conceptos, tan obvios, quizás pero que es muchas veces son tan difíciles de mantener?
Bondad – verdad – justicia y paz. Cualquier sociedad que quiera salir adelante y crecer, tiene que tener en sus cimientos estos valores, estos conceptos.
La semana pasada vivimos momentos muy fraternales con las actividades que se llevaron a cabo a raíz del mes de la biblia. Es tan importante que podamos buscar los puntos que tenemos en común, que son muchos, y dejar de lado las diferencias y unirnos por el bien común. Todos lo que estamos aquí presentes queremos vivir en armonía, vivir en paz, con justicia, con verdad. Y esto ya no tiene que ver con las creencias individuales o religiosas, sino con valores y creencias universales. Que son comunes a todos.

Es imposible pensar en un mundo justo donde no haya paz y viceversa. Para que haya paz, debe haber justicia, y para que ella justicia debemos saber vivir en paz. Aceptando nuestras diferencias, mancomunando esfuerzos y dejando el odio de lado. El mundo está demasiado convulsionado para darnos el lujo de no unificar esfuerzos.

Ahora quiero detenerme en estas dos palabras que nos trae el salmo que cité anteriormente. JUSTICIA Y PAZ. Que traducidas al hebrero, son TZEDEK Y SHALOM
Voy a comenzar hablando de Tzedek, justicia. Que en su raíz también guarda la palabra “tzedaká” que es un precepto en el judaísmo que es “ayudar al otro”. Observamos que en el hecho de esta ayuda al prójimo, estamos haciendo un acto de justicia. Y con esto se me viene a la cabeza: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Ve haavta et reaja camoja. El otro es semejante a mí. Así hacemos justicia.
Y también quiero traer un versículo del Deuteronomio: Justicia, justicia perseguirás para que puedas vivir. Que en hebreo se dice “tzedek tzedek tirdof lemaan tijié”. Buscar la justicia, para poder vivir.
Por otro lado, como ustedes saben, el saludo habitual entre los judíos es decirnos “Shalom”, desearnos paz. Gaby dijo el sábado en la sinagoga “Shalom aleijem” la paz sea con ustedes.
Y la raíz de esta palabra también nos lleva a la palabra”shalem” que significa completo.

¿Qué quiero decir con esto?
Que las palabras, Justicia, Tzedek, también tienen que ver con la ayuda al otro. Tzedaká”
Y que la paz-shalom  tiene que ver con lo completo con lo shalem

Justicia y paz se besan. Ayuda al prójimo. Seres completos. Sociedades en armonía cuando conviven la paz, la ayuda al otro, la justicia.
La paz no necesariamente significa la ausencia de guerra, también podemos interpretarlo como bienestar, la no-violencia o prosperidad en el ámbito donde vivimos. Sociedad más justas, más inclusivas. Lugares donde hay hambre o injusticias, no están en paz, no están completos. 
Hay paz cuando somos justos los unos con los otros. Relaciones justas (trayendo pensamientos del Profeta Isaías) Cuando hay tolerancia, amor, respeto, ayuda, empatía. Cuando no hay engaño.

Y para terminar, quiero citar algunas frases del libro del Profeta Amos:
¡Ay de los que convierten el derecho en veneno 
y echan por tierra la justicia!
Busquen el bien y no el mal, 
para que tengan vida, 
y así el Señor, Dios de los ejércitos, estará con ustedes, 

Aborrezcan el mal, amen el bien,
Que el derecho corra como el agua, 
y la justicia como un torrente inagotable.

Es mi deseo, que estemos “inundados de justicia y paz”. Que estemos completos.

Shalom, buenas noches"
Darío Michelín Salomón, pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, de la Comunidad Cristiana:

"“La justicia y la paz se besaron” Salmo 85:10

1) Introducción.
Este salmo nos muestra una situación particular del pueblo de Israel. Hace 70 años que han regresado del exilio de Babilonia; así lo relata el profeta Zacarías (1:12-17). La situación en Jerusalén y Judá es lamentable. Pero Dios le anuncia a través del ángel palabras consoladoras: el templo será reconstruido y las ciudades rebosarán de bienes. Por eso, el salmista clama “¿no volverás a darnos vida?” y suplica “¡muéstranos, oh Dios, tu amor (misericordia) y danos tu salvación” (v.7).
A partir de ahí, el salmista se transforma en un profeta. 
v.8: “Escucharé lo que dice Dios; hablará de paz a su pueblo para que no vuelvan a la locura”.
v.9: “para que la Gloria habite en la tierra”. La Gloria de Dios acompañaba al pueblo de Israel en su salida de Egipto en la marcha a la tierra prometida. Así lo expresaba el libro del Éxodo (40:34-38): la nube cubría el arca y ahí se manifestaba la Gloria de Dios. Pero en medio de las vicisitudes del pueblo, el profeta Ezequiel comprendió amargamente que la Gloria de Dios abandonaba Jerusalén e iba detrás de los desterrados. Ahora se anuncia que la Gloria habitará nuevamente en la tierra.
Es curioso que en este contexto los anuncios de esperanza con los cuales continúa el salmista, lo exprese en tiempo pasado (pretérito perfecto). 
v.10: “la misericordia/amor y la verdad/lealtad se han dado cita, la justicia y la paz se besaron”. Es muy posible que el salmista sienta que inexorablemente se va a cumplir y, por eso, lo pone en tiempo pasado.
v.11: “la verdad/lealtad brotará de la tierra y la justicia mirará desde los cielos”. Hay una conjunción entre la respuesta fiel del pueblo a la misericordia/justicia de Dios. Ésta es explicitada en el v.12: “Dios dará el bien/dicha y nuestra tierra producirá sus frutos”.
v.13: remata diciendo que “la justicia irá caminando adelante del pueblo y la salvación seguirá sus pasos. 
2) Reflexión teológica.
No puedo extenderme en citar muchos textos bíblicos pero en esta reflexión sobre  este tema no podemos obviar lo señalado por el profeta Isaías. Les anuncia a los desterrados (32:15-17) que desde arriba les será derramado el espíritu; la estepa se transformará en vergel y el vergel en selva; “el producto de la justicia será la paz, y el fruto de la justicia, un reposo y seguridad para siempre”. Es el comienzo del tiempo mesiánico que trae el perdón de los pecados, la reconciliación y el reino de la justicia. Esto traerá la paz y sus consecuencias: el desarme (Isaías 2:4; Miqueas 4:3-4) y la paz perpetua (Isaías 9:6). Solo el establecimiento de una justicia plena y verdadera, sobre todo a los más desprotegidos, los pobres, extranjeros, huérfanos, viudas (Is.1:17), podrá traer una paz profunda, un verdadero “shalom”. Lo que ocurre generalmente es lo que denuncia el profeta Jeremías (6:13-14): “todos practican el fraude, desde el más chico hasta el más grande, desde el profeta hasta el sacerdote. Han curado con liviandad las heridas de mi pueblo, diciendo: “paz, paz, y no había paz”.
¡Es sorprendente ver cómo, desde siempre, los poderosos han tratado de ocultar su atropello contra los más débiles hablando engañosamente de paz! Como, para esconder su prepotencia, soberbia y violencia sobre los más humildes han tratado de disimularlo pidiendo que todos se queden tranquilos, que no protesten ni reclamen por sus legítimos derechos, usando de una manera ideológica –es decir, engañosa- el concepto bíblico de la paz.
Es así que, el cristianismo en su versión protestante, buscó liberar al texto bíblico de la atadura a la interpretación eclesiástica y dejar que el Espíritu guíe a cada uno en la lectura y reflexión de la Palabra. Lutero, como profesor de la Biblia, enseñó y reflexionó sobre los salmos y se apartó de la interpretación corriente y afirmó que el criterio de interpretación de toda la Escritura era Cristo y su plan de salvación.
El otro gran reformador, Juan Calvino, también reflexionó profundamente sobre los Salmos y los hizo el único manual de alabanza en los cultos.
La interpretación de la Biblia contextualizada en tiempo y lugar determinados guiados por la acción de Espíritu y el canto de los salmos como alabanza a Dios dinamizaron la vivencia y práctica cristiana de la fe.
Es así como esta reflexión y acción de los cristianos posibilitaron una acción e impacto en las distintas civilizaciones en las cuales se encarnó la fe cristiana. Por dar un ejemplo conocido: la Biblia no condena la esclavitud ya que era una práctica “normal” y legal de su tiempo. Sin embargo, muchos cristianos participaron en las luchas abolicionistas... ¡en contra de muchos otros cristianos que la defendían! Solo la realización de este acto de justicia -el reconocimiento de la igualdad de dignidad de todas las personas independientemente de su situación económica, social, religiosa, etc- ha producido la paz para muchas poblaciones.
La búsqueda de la paz ha llevado a los grandes hombres, como Gandhi  a luchar por la justicia. En su tiempo, significó la lucha por la independencia de la India del Imperio Británico a través de métodos no violentos.
Un personaje prácticamente desconocido para nosotros es E Stanley Jones, pastor metodista norteamericano (1884-1973) que en 1907 fue como misionero a la India y comenzó a trabajar con las castas más bajas, como los “dalits”. Se hizo amigo de Ghandi y de la familia Nehru. Escribió, entre otros, el libro “El Cristo del camino indio”. Fue también amigo de los musulmanes. En 1941 intercedió ante el Presidente norteameriano Roosvelt para que evitara una guerra con Japón. Podríamos decir que “fracasó” en su intento. Sin embargo, sus conferencias en EE.UU y la difusión de su movimiento “Ashram” (recreación de una tradición india de retiro en el bosque para la reflexión y meditación) fueron escuchadas por innumerables personas. Entre ellas, un joven pastor bautista, Martin Luther King, pudo así conocer las enseñanzas de Mahatma Gandhi e impulsar su movimiento de lucha por los derechos civiles de los afroamericanos.
En nuestro continente, una figura prominente fue el obispo católico brasileño Helder Camara (Recibe, en el nordeste). Allí desarrolló su pensamiento  conocido como “la espiral de violencia”. La violencia ejercida contra los más humildes provoca la reacción de éstos, muchas veces, por medios violentos. Esto genera, a su vez, por parte de las clases poderosas una violencia aún mayor. Es necesario, decía Camara, cortar con esta espiral de violencia.
Hablamos de nuestro continente y no podemos dejar de mencionar la “Teología de la liberación” surgida en la década de 1960 y desarrollada en las décadas siguientes. Los cristianos (católicos y protestantes) afirmaron que “la práctica de liberación precede a la reflexión teológica y la informa”. Es decir que la búsqueda de la justicia es la condición primera para una fe eficaz en la sociedad.
3) Conclusión.
Como lo expresaba el salmista, también nosotros vivimos las vicisitudes del tiempo presente. Es en este contexto que vivimos y desarrollamos nuestra vida. Para quienes pertenecemos a alguna corriente espiritual o religiosa, este marco de referencia le da un sentido especial a nuestra mirada y acción en la sociedad. Para nuestra tradición judeo-cristiana el mensaje del salmista no es una utopía o un “opio para los pueblos”. Nos habla del compromiso y voluntad divina de que nuestra tierra sea un verdadero lugar en el que se exprese el “shalom”: relaciones fraternales, vida abundante que solo es y será posible cuando la justicia, es decir, la voluntad de Dios alcance hasta el último ser, no solo humano, sino la integridad de la creación. Esto es lo que expresan los últimos versículos del Salmo 85 que no solo nos mueve a la reflexión sino que, fundamentalmente, como todos los salmos a cantar y celebrar la acción de Dios en nuestras vidas.
En este sentido quiero cerrar esta reflexión con las palabras de una canción conocida en nuestras comunidades evangélicas, cuyo autor es el obispo metodista recientemente fallecido, Federico Pagura y música de Homero Perera (solo transcribo la primera estrofa).

EMBAJADORES
"1. Por paz suspira el corazón humano; la paz, no simple ausencia de la guerra, la paz, no mudo ambiente de sepulcro, la paz, no mera fuga de la tierra.
     Por paz, que es calidez de amor fraterno; por paz, que es bienestar y alegría, por paz, que es de justicia rico fruto y tiene en Dios sustento y garantía.
Estribillo.
Esa es la paz que trae al mundo Cristo
Echando abajo muros y fronteras,
Abriéndonos caminos de esperanza
Y renovándonos la vida entera.
Esa es la paz que hoy somos convocados
A proclamar a cada continente;
Embajadores de una nueva raza
En nombre de Jesús, Señor Viviente."
Los salmos –este salmo- no son un tratado de política, aunque expresan una posición política. No son solo un clamor del ser humano antes los avatares que día a día les toca vivir, aunque también lo incluye. Los salmos son todo eso y, sobre todo, una celebración del ser humano de la acción de la trascendencia en la vida cotidiana. Un reconocimiento de quien es la “justicia” que baja del cielo y hace brotar la “paz” desde la tierra. Celebra a quien va caminando delante de su pueblo y lo hace caminar."

Muchas gracias a los dos por compartir con nosotros/as su valioso aporte.

Estela Andersen

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