sábado, 19 de julio de 2014

20 años del atentado a la AMIA

 En la mañana del 18 de Julio, como cada año, en la plaza Rivadavia de Bahía Blanca, recordamos el atentado a la AMIA pidiendo el esclarecimiento de ese hecho aberrante, pidiendo justicia, y llamando a la paz.
 Pero este año fue especial... ya son 20 años los que han pasado... y es mucho tiempo.
Al comenzar el acto se descubrió una placa con los nombres de las 85 víctimas.
 La primera oradora fue la Pastora Estela Andersen, en nombre de la Confraternidad Judeo-Cristiana, con el siguiente mensaje:

"Desde la Confraternidad Judeo-Cristiana de Bahía Blanca quiero comenzar nuestro mensaje con el primer párrafo de las palabras que el rabino Daniel Levín, vicepresidente de la confraternidad Judeo Cristiana de Buenos Aires preparó a propósito de este nuevo aniversario:
 “Veinte años mirando a los costados, hacia arriba, hacia abajo,
Con miradas perdidas, distraídas, indiferentes
Con palabras cruzadas, avances y retrocesos
Con silencios profundos y eternos...”
Si, ya 20 años de ese día fatal, del dolor, de la incertidumbre, del sin sentido…
Porque no tiene sentido la muerte, porque no tiene sentido la violencia, porque un vacío nos inunda cada vez que pensamos en el día del atentado a la AMIA.
20 años sin respuesta, 20 años que retrasan y distorsionan las respuestas de las preguntas que nos hacemos todos, porque este hecho no afectó a un grupo determinado, nos afectó y nos afecta como sociedad, como país, como humanidad.
Dice la canción de César Isella, “Levántate y anda”, que el dolor nos iguala, y eso es verdad, pero también la lucha por la Vida nos iguala. Esa vida que tiene un mismo origen, en donde la sangre es roja siempre, no importa el color de la piel, el credo o las costumbres.
El dolor nos hermana, pero también nos fortalece, nos invita a luchar por la Vida, por la Justicia, por la Paz. Nos hace tomar conciencia de ser parte de la Humanidad, de la gran familia que tiene como origen a Adán y Eva. Creados a imagen y semejanza de Dios, diferentes a los demás seres creados, y por eso mismo, con una responsabilidad especial, la de administrar y cuidar esta tierra. Este mundo en donde debemos velar por una vida en la armonía y en la sintonía de una creación diseñada por Dios en el equilibrio. Y es ahí en donde entra la idea de Paz.
Dios nos crea a su imagen y semejanza para que procuremos defender la Vida, vivamos en armonía y respeto mutuo, y busquemos la Paz en la conciencia de que sólo es posible en la Justicia, la Igualdad y la Inclusión.

Hoy, a 20 años del atentado de la AMIA, como Confraternidad Judeo Cristiana de Bahía Blanca hacemos un llamado a la Justicia, a la Paz y sobre todo a la defensa de la Vida."

 Entre las personas destacadas habló Horacio Dobry, presidente de la DAIA
 y Carlos Nudelman, presidente de la Asociación Israelita de Bahía Blanca.
 Desde las autoridades municipales también hubo un mensaje que destacó la gravedad de lo ocurrido hace 20 años atrás ya que se trató de un atentado terrorista en nuestro país, algo que no habíamos experimentado antes y que como nación no debemos permitir, siendo también responsabilidad de quienes gobiernan velar porque se haga justicia.
El momento más emotivo fue cuando una señora del grupo de abuelas de la Comunidad Judía leyó una reflexión sobre lo que significaron todas esas muertes. También jóvenes de la comunidad expresaron sus impresiones.
 El acto se cerró con una canción interpretada por Seri, del Grupo Ecuménico de Bahía Blanca, de César Isella, "Levántate y anda":

Si algún golpe de suerte a contrapelo,
a contra sol a contra luz, a contra vida,
Te torna pájaro, que quiebra el vuelo
y te revuelca con el ala herida.
Si hay tanto viento para andar las ramas,
tanto celeste para echarse encima,
si pese a todo vuelve la mañana
y está el amor que su milagro arrima.

Porqué caerse y entregar las alas,
Porqué rendirse y manotear las ruinas
si es el dolor al fin quien nos iguala,
y la esperanza quien nos ilumina.

Y si algún golpe de suerte a contrapelo
a contra sol a contra luz, a contra vida.
Abrí los ojos y tragate el cielo,
sentite fuerte y empuja hacia arriba.

Porqué caerse y entregar las alas...
y la esperanza quien nos ilumina
Cada año son más las personas que se acercan a la plaza a pesar del frío y de la hora, eso no deja de ser una señal de que la sociedad desea Justicia y Paz.

Estela Andersen

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