La gente sentada en los bancos esperaba ansiosa el comienzo de la celebración.
Seis representantes de las Iglesias que conforman el Grupo Ecuménico estaban listos para entrar con su vela encendida y celebrar otro año más la Semana de la Oración por la Unidad de los Cristianos. Este año elaborado por Jerusalén.
Con las velas encendidas en el altar todos nos hicimos parte del lema: "Unidos en la enseñanza de los apóstoles, la comunión fraterna, la fracción del pan y la oración" (Hch 2,42).Dora, de la Iglesia Valdense, nos guió durante toda la celebración.
Darío, pastor de la Iglesia Valdense, leyó el texto de Isaías 58,6-10.
Stella, de la Iglesia Católico-Romana, del Movimiento de los Focolares leyó Hechos de los Apóstoles 2,42-47 y dio el primer mensaje.
Daniel, de la Iglesia Evangélica Bautista "El buen Pastor", leyó Génesis 33,3-4 y dio el segundo mensaje.
Linda, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, leyó Mateo 5,21-26 y dio el tercer mensaje.
Realmente fue impactante como los tres mensajes tuvieron un hilo conductor común: el del amor como la única forma de vivir en comunión, reconciliación y paz. Esto es el testimonio claro que vivimos un mismo Espíritu y que somos todas ivejas de un mismo y único Pastor: Jesucristo.
El grupo de la música coronó toda la celebración por su fuerza y alegría. Cada vez más Gabriela, Martín y Walter logran contagiar a toda la comunidad de un espíritu de unidad y celebración.
La oración penitencial y el anuncio de la bendición de Dios que nos es dada a través de la gracia de Jesucristo, estuvo a cargo de Nancy y Edda, de la Iglesia Metodista.
Como una forma de hacer visible lo que nuestras faltas y nuestro egoísmo hace al mundo y al testimonio de la Iglesia, Carlos iba apagando las velas, dejando sólo la más grande y blanca, que simbolizaba a Jesucristo.
En la oración en donde nos asumimos embajadores de Dios y partícipes activos en la extensión de su Reino, Estela, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, iba encendiendo las velas después de cada frase, sacando el fuego de la vela central. Simbolizando que toda acción nuestra sale de Cristo y que sólo a través de Él es posible un cambio en el mundo.
La oración penitencial y el anuncio de la bendición de Dios que nos es dada a través de la gracia de Jesucristo, estuvo a cargo de Nancy y Edda, de la Iglesia Metodista.
Como una forma de hacer visible lo que nuestras faltas y nuestro egoísmo hace al mundo y al testimonio de la Iglesia, Carlos iba apagando las velas, dejando sólo la más grande y blanca, que simbolizaba a Jesucristo.
En la oración en donde nos asumimos embajadores de Dios y partícipes activos en la extensión de su Reino, Estela, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, iba encendiendo las velas después de cada frase, sacando el fuego de la vela central. Simbolizando que toda acción nuestra sale de Cristo y que sólo a través de Él es posible un cambio en el mundo.
La celebración finalizó con una bendición de todos los ministros que estuvieron en la celebración: Daniel, de la Iglesia Evangélica Bautista "El buen Pastor", Miguel, de la Iglesia Católico-Romana, Aníbal, Iglesia Metodista, Darío, pastor de la Iglesia Valdense y Estela, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
La ofrenda, que fue destinada al trabajo con mujeres con HIV que hace la Iglesia Valdense, ascendió a $348.90. Hubo una muy buena participación de las diferentes Iglesias que conforman el Grupo Ecuménico.
Estela y Laura, coordinadoras del Grupo Ecuménico agradecieron la participación de la gente y anunciaron la última actividad que se hará en el marco de la Semana de la Oración por la Unidad de los Cristianos: un encuentro coral, el 1 de Julio, en la Iglesia Anglicana. Más adelante abrá información más concreta.
que pena no haber podido estar ahi!!! hermosas las fotos, bendiciones para todos!!!!!!!
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