martes, 31 de marzo de 2015

Curso intensivo de confirmand@s

El fin de semana del 28 y 29 de Marzo realizamos un curso intensivo para los confirmandos de la Congregación, ya que son muy poquitos y está bueno, no sólo aprender contenidos, sino generar lazos de pertenencia y afecto.
 5 jóvenes de Alpachiri, Trenque Lauquen y Villalonga trabajaron varios temas en esos dos días.
 El sábado vimos qué es un ritual y cómo los seres humanos necesitamos los rituales. También vimos los sacramentos y los oficios pastorales, cuál es la diferencia entre ambos, y como tanto el Bautismo y la Santa Cena son medios de gracia instituidos por el mismo Jesucristo. Observamos los distintos rituales, tanto de los sacramentos como de los oficios pastorales, esto es confirmación, bendición nupcial y funerales, que son ritos de pasaje.
De tarde trabajamos sobre el orden del culto. Pudimos ver el significado de las partes y su similitud con el Padrenuestro, pero también en cualquier oración. Los jóvenes realizaron un trabajo de síntesis para presentar la noche previa a la confirmación.
 En la mañana siguiente trabajamos en la preparación del culto después de retomar el año litúrgico y ver que era Domingo de Ramos, el sexto de Cuaresma.
 La idea a partir de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén fue la de pensar en recibir, por eso hicieron un cartel de "bienvenidos", y pensaron también en las puertas, y por eso dibujaron puertas, algunas cerradas y otras abiertas, para que la gente escriba en ellas en la dinámica del mensaje durante el culto.
 A partir de la lectura de la carta a los Hebreos 11:1-3, quisieron compartir parte de uno de los versículo que decía: "La vida es como una carrera, y el pecado es como un estorbo que se nos enreda en los pies y no nos deja correr".
Mientras las y los chicos trabajaban, afuera los Walters preparaban un rico asado.
A la hora de la comida todos se sentaron con ganas alrededor de la mesa para compartir una buena comida y una bulliciosa compañía.
Pero todavía faltaba un poco más: preparar unas roscas de pascua. La masa la hizo la Pastora,
 pero los chicos y chicas las tenían que armar. Los varones se dieron más maña que las mujeres... eso fue muy divertido... aunque siempre quedó la duda si no se hicieron las "locas". Una vez que fueron cubiertas de crema pastelera, fueron al horno.
Receta: 1/2 litro de leche tibia, 250 grs. de manteca o margarina derretida, 3/4 de taza de azúcar, 1 cucharada colmada de miel, 2 huevos, harina 000 cantidad necesaria, 2 sobres de levadura y especies que se desee, como vainilla, agua de azahar, anís, anís estrellado, etc. Formar una masa tierna con todos lo ingredientes y dejar descansar. Preparar una crema pastelera espesa a base de 1 huevo, 1 taza de azúcar, 2/3 de taza de harina 000 y 1/2 litro de leche. Formar la rosca y volcar la crema encima. Si se desea, ponrle un huevo entero crudo. Hornear a fuego de moderado a fuerte. Decorar con hilos de chocolate.
Faltaba sólo una hora para comenzar el culto, así que fuimos todos al templo para preparar todo como habíamos previsto.
 ¡Y lo logramos!
La idea era mantener la gente afuera, cuidando la puerta, hasta el momento preciso...
 abrimos la puerta y recibimos a tod@s con un abrazo, diciendo "¡Bienvenid@s!"
Después, mientras iban entrando, pasamos este video de la entrada de Jesús a Jerusalén.
Cantamos un canto e hicimos una lectura antifonal de parte del Salmo 69, los chicos y chicas propusieron que fueran grupos de varones y mujeres.
Con la canción "Si fui motivo de dolor" tuvimos un momento de introspección para la confesión de pecados.
Juan leyó el anuncio de la Gracia y Ryan hizo la oración.
Priscila leyó la lectura del día, carta a los Hebreos 11:1-3
y Carolina, el texto de Juan 12: 12-19.
En el momento del mensaje reflexionamos acerca de cómo recibimos, si somos receptivos, tomamos la puerta como un símbolo de apertura, de límites, protección, etc.
Con la consiga ¿a qué quiero abrir mis puertas y a qué las quiero cerrar?
 Quienes lo sintieron, eligieron sus puertas para escribir nombre o situaciones.
Después celebramos la Santa Cena
y llegamos a la oración de intercesión, la que leímos en forma antifonal por Sasha y yo.
Al finalizar el culto, los y las jóvenes compartieron la rosca de pascua.
Varias personas se abalanzaron felices sobre la torta, dejándose vencer por la tentación.
Aquí están: Carolina, Sasha, Priscila, Juan y Ryan, nuestros candidatos a confirmarse.
Que Dios los y las bendiga, chic@s. ¡Muchas gracias por la buena onda!

Estela Andersen

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