martes, 5 de marzo de 2013

"Fui extranjero y me recibieron", DMO 2013

 El lunes 4 de Marzo, a las 20 hs., en el templo de la Iglesia Tercera Bautista, en Remedios de Escalada 1040, Bahía Blanca, celebramos el Día Mundial de la Oración 2013.
El lema de este año fue "Fui extranjero y me recibieron".
 Y el país por quien oramos y ofrendamos y que también preparó la celebración, fue Francia.
 Entre todas preparamos el altar según la propuesta de la mujeres francesas: una Biblia abierta, una vela encendida, un mantel y flores. Pero además agregamos alimentos típicos de la cocina francesa y los productos de ese país, una pequeña reproducción de la Torre Eiffel y un collar de perlas, simbolizando todo el glamour que caracteriza a Francia.
En la entrada del templo teníamos preparadas hojas con las canciones y la fecha, el lugar y el país por quien nos congregaremos el año 2014. Además los lazos de los colores de las mujeres que nos guiarían en la celebración.
Después de mirar fotos de Francia y presentar así el país, con su música además. Las seis mujeres de colores entraron bailando.
 Después de saludar en francés "bonjour, bonjour, bonjour", las mujeres se presentaron:

  • La de color rojo granata, es Odile, la presidenta del DMO de Francia.
  • La de color rojo bermellón, es Jeanne, una mujer de Camerún que hace años vive en Francia y es médica general.


  • La de color naranja, es Greta, alemana, soltera y trabaja en la enseñanza.
  • La de color damasco, es Marguerite, ama de casa y madre de cuatro hijos.
  • La de color amarillo ocre, es Cecile, trabaja con su esposo en una granja.
  • La de color amarillo limón, es Genevieve, comerciante jubilada, casada con un inglés.
La mujer de color gris es una extranjera que busca tener un lugar, que la reciban, la acepten y la respeten. 
 Cuando las mujeres de colores la ven acercándose tímidamente, la buscan y la saludan felices de que una más llegue a su grupo.
 Entonces ella saluda diciendo:
"Dios nos llama.
Dios nos llama sus hijos e hijas.
Y nosotros sabemos que somos tan solo "extranjeros y forasteros sobre la tierra". 

Durante la celebración escuchamos historia de vida de muchas mujeres:
 "Me llamo Irena y vengo de Ucrania. Respondí a un ofrecimiento de trabajo en Francia porque tenía el atractivo de una vida mejor. Cuando llegué aquí encontré una realidad muy distinta. Me quitaron mi documento de identidad. Descubrí que mis propios compatriotas me habían engañado y me di cuenta de que dependía completamente de una red de prostitución."
Me llamo Joyce y soy francesa. Nací y me crié en Francia. Mis padres huyeron del Congo. Ahora busco trabajo, y a pesar de mis diplomas franceses no encuentro ninguno. Mi nombre y mi foto demuestran mi origen extranjero.
Miembros del Ejército de Salvación dramatizaron el evangelio según Mateo 25:31-40.
 Me llamo Vera y soy brasileña. Hace cinco años ya que estoy en Francia. Mi vida es agotadora, porque trabajo para varias familias, pero me gano la vida. Francia me encanta y me siento plenamente integrada. Tengo muchos amigos franceses que están siempre dispuestos a ayudarme con el papelerío y los trámites. Al vivir aquí tenemos muchas ventajas: la atención médica, los cursos de francés para extranjeros, libre acceso a la biblioteca… mi hijo de 20 años salió de Brasil el año pasado para vivir conmigo y encontró trabajo en la construcción. Él es emprendedor y se siente bien en Francia.
 Me llamo Françoise y soy enfermera. Desde mi trabajo puedo decir algo sobre la manera en que se reciben los niños extranjeros cuando vienen a Francia para cirugías importantes, por ejemplo, con malformaciones del corazón o con enfermedades tropicales que no son fáciles de tratar en sus países. Ellos reciben atención médica completa y se les aloja en familias que los cuidan hasta que puedan volver a sus países.

 Yo me llamo Marie-Léone. Vivíamos en Ruanda hasta que estalló el genocidio entre dos tribus. Mi padre, mi hermano, mi tío y mi tía fueron muertos, algunos ni siquiera fueron enterrados. Cuando huí corriendo de los horrores en mi país, me recibieron en Francia. Sofocada de tanto sufrimiento y horror, encontré hermanas en Cristo que me consolaron, me ayudaron, me orientaron. Me consiguieron el asilo político y pude estudiar. Ahora tengo trabajo y soy la esposa feliz de un francés bueno y honesto. Alabo al Señor porque me ha guiado a hermanas y hermanos cristianos que me abrieron sus hogares y sus corazones en Su nombre. Gracias a Dios, y Gloria a Él.
 Después la mujer de color gris explicó que con los lazos íbamos a formar una gran cinta, atándolos. Al mismo tiempo compartiríamos con las personas que estuvieran a nuestro lado nuestra experiencia de ser extranjero o "de afuera".

 Todos los colores unidos simbolizan la diversidad de la que formamos parte y que podemos estar unidos, viviendo sin fronteras, en el respeto y el amor en Cristo.
 Dora nos trajo el mensaje del Comité Latinoamericano del DMO:

Tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis. (Mateo 25,35)
El “ser forastero” pertenecía en tiempos bíblicos al trío de las condiciones humanas más desgraciadas: ser extranjero, huérfano o viuda, y, como leemos en muchos pasajes del Antiguo Testamento, es un deber ayudarles. Ofrecer hospitalidad a la persona que se encuentra lejos de su tierra era un deber sagrado.
Sin embargo, aún en los tiempos de Jesús no todos cumplían con el mandamiento: fui forastero y no me recogisteis (25,43).
Ser forastero significaba ser indefenso, estar expuesto a la buena voluntad del habitante del territorio donde se encontraba, incluso para poder tomar agua de su pozo o descansar a la sombra de su palmera.
Hoy en día, cuando viajamos a otros países, con nuestro pasaporte, nuestros dólares, y teléfono de amigos ya no somos forasteros, somos turistas. Pero seguramente recordamos situaciones que nos acercan a la idea de forastero. ¡El alivio enorme de sentirse acogido, si alguien te espera en el aeropuerto o la terminal! Comprobamos la importancia de encontrar a alguien conocido que nos hable, que nos oriente.
Sin embargo, sabemos que actualmente hay muchísimos seres humanos expuestos a la experiencia de la migración. Desplazados y refugiados desesperados que yerran de país en país en busca de un permiso para quedarse a vivir, trabajar, ser felices.
Hoy las hermanas en Francia nos invitan a colocarnos en la situación de las personas presentes en el Juicio de las Naciones.
“Dios nos llama. Dios nos llama sus hijos e hijas. Y nosotros sabemos que somos tan sólo extranjeros y forasteros sobre la tierra.”
Comité uruguayo del Día Mundial de Oración

 Las mujeres decolores recogieron la cinta, la llevaron  adelante y la acomodaron sobre el altar.
 "Nuestras experiencias de haber sido extranjeros que luego sintieron la aceptación nos capacitan para entablar relaciones y crear comunidades donde todos son bienvenidos."
 La ofrenda fue anunciada con destino al trabajo con mujeres en Francia, además de una breve explicación acerca de qué es el Día Mundial de la Oración.
 Dos mujeres extranjeras levantaron la ofrenda y la dejaron en el altar como un agradecimiento a Dios mientras cantábamos "Si cada uno diese generoso".
 Terminamos la celebración con todas las mujeres que participaron en el escenario, cantando el Padrenuestro. La mujer de color gris nos dirigió la palabra diciendo:
"Hermanas y hermanos, “Yo fui extranjera y me recibieron.” 
Que la manera de mirarnos unos a otros pueda llegar a ser una ayuda para vivir.
Que nuestra sonrisa trasmita calor.
Que nuestras palabras ayuden a sostener la vida.
Que nuestra presencia sirva de apoyo.
Que Dios nuestro padre dé fuerza a nuestro testimonio. Que Jesucristo dirija nuestro actuar y que el Santo Espíritu guíe nuestros pensamientos. Jesús nos dice: “Todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.”


Y todas juntas dimos la bendición diciendo:
"Que la bendición del Dios tres veces santo sea con nosotros, de manera que su paz reine en un mundo cada vez más solidario. Esta es la promesa del mundo que ha de venir. Amén."


La guía anunció que el año que viene la celebración del DMO 2014 será el 7 de Marzo, en el templo del Ejército de Salvación, Moreno 759, a las 20 hs., en donde estaremos orando juntas por Egipto, con el lema: Manantiales en el desierto”. Además invitó a la comunidad a compartir los alimentos que estaban en el altar, como un momento de comunión.  Después cantamos "Señor, mi Dios".


 La celebración de este año estuvo repleta de cantos, varios de ellos respuestas cantadas al estilo Taizé. Esto hizo que fuera muy dinámica y participativa. Agradecemos a las mujeres del Comité del DMO de Francia por esta hermosa propuesta.
Y también agradecemos a las mujeres del LAME, Católicas y de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata por el trabajo realizado, siempre con tanto entusiasmo y dedicación.
Les presentamos al grupo:
Atrás: Estela, Estrella, Soledad, Claudia, Nilda, Nora, Liliana, Gabriela y Gabriela.
Adelante: Lilian, Linda, Gloria, Érica, Isabel, Lidia y Sandra.
¡Gracias, chicas por este espíritu de unidad que solo Dios puede brindar!
¡Gracias, Señor, por haber estado presente con tu Espíritu Santo en todo momento!

Estela Andersen

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