Básicamente Daniel habló del contexto en que surgió el movimiento de la Reforma, con Lutero a la cabeza. La clave estuvo en el concepto de justicia de Dios, en donde de un Dios cruel y exigente, a través de la espístola a los Romanos, Lutero descubre que Dios nos ama y nos ha personado a través de Jesucristo. La justicia de Dios es la del amor y la aceptación del ser humano en su imperfección.
Después compartimos una cena a la canasta y así recordamos viejos tiempos cuando llegó como vicario a esta congregación y fue ordenado en la comunidad de Suárez.
Después del culto compartimos un almuerzo comunitario con algunas de las personas de la comunidad.
Después seguimos rumbo a Trenque Lauquen, en donde primeramente tuvimos una actividad con los niños, hablando acerca de Lutero y la Reforma, focalizando el tema en la rosa luterana, el sello que Lutero diseñó como un símbolo en donde se concentran los principios básicos de la fe luterana.
Nuevamente Daniel y Estela llevaron adelante el culto, tomando cada uno las mismas partes que en la mañana.

Después del culto, pusimos la mesa y nos dispusimos a llevar adelante el programa que seguía:
las "Charlas de Sobremesa" (a pesar de que fue durante la cena... pero siguió hasta hacer honor al nombre).
De una manera absolutamente informal y dinámica, Daniel presentó los principios básicos de la Reforma, contando también el contexto en el cual surgió Lutero. Los participantes lo escucharon atentamente y lo "bombardearon" de preguntas también, y eso fue muy bueno, porque se fueron no sólo agradecidos, sino contentos y afianzados en sus conceptos.
Después del culto, pusimos la mesa y nos dispusimos a llevar adelante el programa que seguía:
¡Gracias, Daniel, por tu visita! y gracias también a quienes se hicieron eco de este evento ¡que Dios los y las bendiga en abundancia!
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