sábado, 5 de marzo de 2011

Marcos 6:33-44

Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Pero eran tantos los que iban y venían, que ni tenían tiempo para comer.
Entonces Jesús les dijo "Vengan, vamos a un lugar tranquilo para descansar a solas".
Y él y los apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado.
Pero la gente que los vio partir adivinó hacia donde iban. Así la gente de todos los pueblos cercanos se fue a ese lugar, y llegó antes que Jesús y sus discípulos.
Cuando Jesús bajó de la barca, vio la gran cantidad de gente que se había reunido y les tuvo compasión, porque parecían ovejas sin pastor. Entonces empezó a enseñarles muchas cosas.
Por la tarde, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron:
_ Este lugar está muy solitario, y ya se está haciendo tarde. Despide a la gente, para que vaya a buscar comida por los campos y los pueblos cercanos.
Jesús les dijo:
_ Denles ustedes de comer.
Ellos respondieron:
_ No podemos comprar pan para tanta gente. ¡Para eso falta el salario de todo un año!
Jesús les dijo:
_ Vayan a ver cuántos panes tienen ustedes.
Ellos fueron, y al rato regresaron diciendo:
_ Tenemos cinco panes y dos pescados.
Entonces Jesús ordenó que todos se sentaran en grupos sobre el pasto verde. La gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.
Luego Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios.
Después partió los panes, y los dio a los discípulos para que los repartieran entre toda la gente; lo mismo hizo con los dos pescados.
Todos comieron hasta quedar satisfechos.
Luego los discípulos llenaron doce canastas con los pedazos de pan y de pescado que habían sobrado. ¡Y fueron más de cinco mil los que comieron de aquellos panes y pescados!

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