Quien salió "beneficiada" fue Leila, que al entrar al agua sintió como un ardor.
Al salir del agua nos fuimos con el guardavidas y le pasó un algodón con vinagre.
Al salir del agua nos fuimos con el guardavidas y le pasó un algodón con vinagre.
Al rato ya estaba bien y ni se notaba nada... ¡pero el susto lo pasó igual, la pobre niña!
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