miércoles, 17 de febrero de 2010

Arena y agua

Después del receso veraniego volvimos al rodeo. Ya algo sabíamos, pero para nuestra sorpresa el espectáculo que nos ofreció la naturaleza en este viaje a Patagones fue algo diferente.
Después de Ströeder nos encontramos con gran cantidad de agua acumulada en forma de lagunas y charcos.
Lugares por los que habíamos pasado envueltos en una tormenta de arena, ahora se encontraban bajo agua.
Aquí, en estos árboles, donde se había formado una gran duna, ahora se acumulaba el agua.
Se podía observar que la arena había cedido ante la fuerza de agua.
El lugar más afectado ha sido el paraje "La Querencia", que en otros tiempos volaba la arena sin parar. Sí, gracias a Dios a comenzado a llover al sur de la provincia de Buenos Aires, en algunos lugares más, en otros menos... pero lo más importante es que el agua ha comenzado a caer.
Esto trae una nueva esperanza a toda la gente de aquellos lugares. Los campos verdean por los cardos rusos, resistentes y empecinados, un alimento bueno para los animales, aunque un problema para los alambrados cuando se sueltan y comienzan a rodar.
Gracias a Dios la lluvia ha comenzado a caer. Pero todavía falta. La arena sigue volando, los campos siguen desiertos, y lo que es más triste, hay muy pocos animales que puedan aprovechar el pasto, ya que los productores los han malvendido, si lo alcanzaron a hacer, a muchos se les han muerto.
Sí, todavía necesitamos que Dios nos dé mucha paciencia y fuerzas para seguir luchando. Él nos ha dado una señal: la lluvia, y eso es una gran alegría para todos.
Dios quiera que este año sea más benévolo para todos, como dijo una señora en el culto. ¡Que Dios los bendiga!
Estela Andersen

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